Entrevista a Myriam Cameros autora de ‘Bestiario secreto de niñas malas’

“Lo malo de ser princesa es que sea la única opción”

por Martina Deschamps

“La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?”, decía la sonatina de Rubén Darío. Décadas más tarde, Joaquín Sabina cantó que Madrid es esa ciudad donde “las niñas no quieren ser princesas”, y en el 2011 Ilan Brenman descubrió el santo grial de la sangre azul: “Las princesas también se tiran pedos”. En el 2018, por fin, empezamos a llamar a las cosas por su nombre y a aceptar la realidad. Bestias. Las niñas son bestias. De princesas no tienen un pelo. El Bestiario secreto de niñas malas, de Myriam Cameros y Gabriela Larralde, cuenta lo que muchos padres de niñas ya saben pero nunca se atreverían a confesar a terceros. Myriam Cameros nos cuenta algunas razones para escribir este libro, publicado en Argentina, Chile, Uruguay y España, dirigido no sólo a todas las niñas rebeldes del mundo, sino también a sus hermanos, padres, madres…

Nos cuenta Myriam que ya tienen en el horno “Bestiario secreto de familias “bien”, posiblemente se publicará a finales de año. (Ayshhh… Me da en la nariz que la cosa de familias “bien” va a escocer un poquillo a más de uno).

Primero fue Cuentos para antes de despertar, Cenicienta no quería comer perdices, y ahora llega Bestiario secreto de niñas malas, lo que no sé es por qué es un bestiario “secreto”, ¿acaso nunca fuimos así de niñas?

Sí, las niñas siempre fueron así, el que ha tenido una niña lo sabe.

Debo decir que cuando leí el libro, tuve un flashback volviendo a mi infancia, especialmente a algunos acontecimientos en los que, quizá por no jugar de una forma femenina y responder al estereotipo femenino, me recriminaron lo que hacía.

Sí, es cierto, lo que se sabe de lo que se espera de una niña enseguida se le recrimina, la norma de cómo debe ser una niña está muy marcada.

¿Crees que los futuros padres deberían tener miedo de lo que les va a pasar cuando lean este libro?

Usamos la palabra “malas” con mucha facilidad, demasiado simplemente. Y a decir verdad, lo regalan más las tías modernetas que las madres o los padres.

¿De dónde salen todas estas heroínas de la autenticidad?

Salen de un mano a mano entre Gabriela y yo. Cuando nos conocimos mezclábamos nuestros recuerdos de la infancia y hacíamos el retrato de niñas Frankenstein, y si teníamos que quitar algo de Vicky y ponérselo a Manuela, las íbamos conjugando.

¿Eres la protagonista de alguna de ellas?

Hicimos a una de las protagonistas como yo, pero luego no salió en la selección final. Sí salió la inspirada en Gabi, es la chica que no hace nada sin que la miren.

¿Tu favorita es….? 

Mis dos favoritas son Julia y la Bombera, son las dos que más mala leche tienen, las más contestatarias.

En la literatura infantil las protagonistas femeninas arrasan. ¿Nos estamos dejando fuera a alguien?

Yo creo que se ha creado y se ha juntado la rabia, nos hemos dado cuenta de que hasta ahora los protagonistas eran chicos, y ahora mismo existen colecciones de historias de mujeres importantes. Este no es un libro para niñas, ya que los padres y las madres se lo están dando también a sus hijos. Es un escándalo que hayamos aceptado a Astérix y Obélix, a los Pitufos,… y es muy fuerte decir que porque este libro está protagonizado por niñas, se le dé sólo a las niñas. Me da miedo pensarlo así, pero estoy viendo que no, que los padres y las madres se lo dan a sus hijos e hijas.

¿Qué hay de malo en ser princesa?

Que sea la única opción.

¿Para cuándo un príncipe que no quiere serlo?

En la literatura infantil, los niños y las niñas están presentes, un día quieren ser príncipe, otro día bailarín, otro día músico, otro día campeón de fútbol… eso es ir contra el etiquetaje, nuestra protagonista Manuela es así, un día quiere hacer karate y al siguiente no.

Y no te pierdas la crítica de Bestiario secreto de niñas malas.

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