Quien roba a un ladrón…
por Charo Sardina
El estafador estafado, ese es el eje de la nueva novela de John Grisham, La gran estafa. Unos alumnos desencantados de una patética universidad de Derecho de Washington organizan una elaborada trama para desenmascarar a una gran empresa especializada en timar a los incautos estudiantes que se empeñan hasta las cejas para poder hacerse abogados de gran renombre.
Ahora no voy a descubrir a John Grisham, renombrado escritor de best sellers, autor de más de 30 novelas y gran conocedor del mundo de las grandes empresas y finanzas. Sin embargo, a mí sus obras me producen sensaciones enfrentadas: Me gustan sus libros, pero algunos de ellos no me terminan de llegar del todo porque la temática me es un poco lejana. Me explico: Me pasó con El soborno, una historia sobre los casinos y los indios norteamericanos que, bien es verdad, tenía su gracia y su intriga pero en la que era fácil perderse por el desconocimiento que los lectores de ‘este lado del charco’ podemos tener sobre algunos temas muy típicos que no le serán ajenos al público estadounidense.
Sin embargo, unos meses después de El soborno, leí El caso Fitzgerald, una historia sobre el robo de unos importantes manuscritos que me encantó, que bebí de la primera a la última página y que te invito a que leas si no lo has hecho ya.
Ahora, llega a mis manos La gran estafa y aquella sensación de ‘temática lejana’ me vuelve a privar de disfrutar 100 % de un gran libro. La historia del La gran estafa es muy buena e increíble, y vuelve a demostrar que en Estados Unidos todo es posible. El libro está magistralmente hilado y tras cada párrafo te apetece seguir leyendo a ver cómo acaban las aventuras de sus protagonistas. Pero, también te puedes perder de alguna manera ya que seguro que, como yo, te puede sonar un poco a chino cómo se organizan los préstamos universitarios en aquel país y todo el mundillo que ello conlleva.
Mark, Todd y Zola son tres estudiantes del último curso de Derecho de una universidad mediocre que ven su futuro bastante negro no solo porque están endeudados por los préstamos estudiantiles sino también porque se dan cuenta de que han sido víctimas de un fraude.
A partir de aquí, la vida de los tres amigos se complica. Ante la ausencia de un posible trabajo al final de sus estudios, los tres jóvenes se saltan las líneas rojas de la abogacía y aparcan toda ética para salir adelante. Parece ser que eso no es difícil en un mundo tan enrevesado como el de los casos judiciales, o eso se creen ellos. Pero, las cosas no salen como pensaban y para eludir la cárcel solo les queda una opción, una enmarañada trama que puede hacerles muy ricos.
