El día que se perdió el amor / Javier Castillo
Amor y cordura, dos palabras superventas
por Charo Sardina
El día que se perdió el amor es la continuación de la novela que catapultó a Javier Castillo a lo más alto de la lista de novelistas españoles con gran éxito de ventas. Hablamos de El día que se perdió la cordura, la primera obra del escritor malagueño.
Pues bien, en esta segunda entrega de la serie, y parece ser que la última, encontramos la misma trama, un thriller psicológico que mantiene en vilo al lector hasta el final. Lógicamente, Castillo ha querido explotar el gran éxito de los más de 100.000 ejemplares vendidos de su primera obra dando una vuelta de tuerca a una rocambolesca historia.
Por ello, aconsejo desde aquí que quien no haya leído previamente El día que se perdió la cordura, lo haga antes de afrontar este segundo libro. No es que el uno sin el otro no tenga sentido, sino que la lectura del primero ayudará bastante a la comprensión del segundo.
En El día que se perdió el amor, Javier Castillo echa mano de los mismos personajes, de situaciones similares y pone sobre la mesa la fuerza que el amor, de cualquier índole, nos inspira para llegar a rincones inesperados de nuestra propia existencia.
En El día que se perdió el amor hay mucha violencia, sobre todo psicológica, también locura, a casi todos los personajes se les podría recetar una sesión de psicoanálisis. También hay sociedades secretas, esto es lo que da más miedo. Pero, por encima de todo, hay amor, un sentimiento que moviliza con fuerza inusitada cada uno de los pasos de los principales protagonistas.
La trama de este segundo libro del escritor malagueño arranca en Nueva York, cuando una joven se presenta desnuda y llena de magulladuras en las instalaciones del FBI. La joven lleva en la mano varias notas con el nombre de diferentes personas. El inspector Bowring intenta descubrir qué significan esos nombres y por qué esa chica ha aparecido de esa manera. Y pronto encuentra la conexión de esas notas con desapariciones y crímenes sin resolver, que a él ya hace tiempo no le dejan dormir.
Con esta obra, Javier Castillo lleva el mismo camino que con su debut novelístico. El autor de Fuengirola era un consultor financiero que comenzó a escribir en el tren camino a su trabajo en Málaga. Tras varios relatos cortos, lanzó en Amazón El día que se perdió la cordura, para más tarde publicarla en Suma y ceder los derechos para llevarla al mundo audiovisual. Esta misma editorial, pone ahora a la venta la segunda parte.