Con no pocos problemas para iniciar el concierto y haciendo la espera algo más larga de lo normal, aunque se agradece que la gente de la organización saliera a avisar de que había un ordenador que les estaba causando problemas para dar el pistoletazo de salida a uno de los conciertos más deseados del año, y con el Hivernacle del Pueblo Espanyol, una carpa descomunal fijada en el centro de la plaza del pueblo adornada con plantas y en forma de invernadero, llena prácticamente hasta los topes, el dúo de electro-pop formado por Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser (MGMT), flanqueados por un mago con sombrero alternando los teclados y la guitarra y un pulpo que se encargaba de la batería, protagonizaron una de las fiestas psicodélicas más impresionantes, refrescantes, bailables y disfrutables de los últimos tiempos.
Ocho años después de su última visita a la ciudad Condal y relajados ya con la ingestión de drogas y alcohol, lo único que circulaba por las manos de Andrew era una botella de Gatorade que incluso utilizó para regar algunas plantas del escenario y ofrecérselo al público, la intro con una grabación sonora del gurú hindú Bhagwan nos dejó a muchos bastante alucinados con la elección, todo sea dicho. A partir de este momento, abriendo la noche con la imbatible Little Dark Age, el concierto equilibró la velada regalándonos sus hits más famosos, Time To Pretend, James, Electric Feel, Me And Michael o Kids sonaron con una fuerza, unas ganas y una calidad más allá de toda duda con un Hivernacle cantando los temas a pleno pulmón como si no hubiera un mañana, y exponiendo al mismo nivel sus temas más psicodélicos y estrafalarios, siendo Weekend Wars y Alien Days un buen ejemplo de ello, sin que por ello se resintiera la dinámica ultra-festiva y psicotrópica propiciada por su hora y media de show absolutamente exultante.
Solidificando una habilidad única y muy respetable para retomar la obra y gracia de bandas setenteras como Pink Floyd, Jefferson Airplane o incluso las horas más altas del maestro Syd Barrett, lo de MGMT es una experiencia sonora y visual, lo de las proyecciones era tan espectacular que llegaban incluso a distraerte de lo que ocurría sobre las tablas, a la altura de las noches más grandes vividas en el Pueblo Español.
Haciendo al público partícipe de los temas continuamente, haciendo bromas con su Gatorade, la bicicleta estática que sacó Andrew para subirse en ella durante el tema She Works Out Too Much o incluso sacando a una chica del público para bailar durante el primer bis con TSLAMP, algo que finalmente quedó un poco esperpéntico a causa de los espasmos siderales que ejecutaba la chica sobre las tablas, el concierto acabó con Uncle Duck haciendo crowd surfing por todo el Hivernacle con retorno a las manos de Andrew justo en el momento de finalizar The Youth. Una noche magistral en todos los sentidos.
MGMT: 25 de septiembre de 2018, Pueblo Espanyol (Hibernacle, Barcelona) / Precio: 35 euros.