Eterno / Manuel Gris

Bukowski y Palahniuk estarían orgullosos

Por Capitán Pescanova

¿Os acordáis de Ghost y su versión romántica de la vida tras la muerte? 

Bien, pues está novela nada tiene que ver con la mítica película de los 90, excepto la muerte del miembro masculino de una pareja “normal”.

Imagina que un buen día te despiertas y te das cuenta de que estás muerto, que tu rutina diaria se ha acabado para siempre. Pero eso no es todo porque no eres un atractivo espíritu con el rostro de Patrick Swayze, sino que tienes la forma de un globo sin rostro ni cuerpo, pero sí con conciencia y estas atado a una persona, tu novia. Y hasta ahí puedo leer sin hacer spoilers. 

Se trata de una historia cruda, nihilista y sin moralina. El protagonista dice lo que piensa en todo momento sin ningún filtro y aquí un aviso: si eres uno de esos que se ofende a la mínima con cualquier cosa, este no es tu libro. Si buscas algo cómodo de leer y que no te arranque las entrañas, no sigas. No pasa nada, puedes leerte el último de Paulo Coelho que, seguro que está muy bien, pero huye de esta novela como la peste. Avisado estás.

A destacar los puntos positivos, que son casi todos. La idea es tremendamente original y, una vez acabada la historia, no puedo evitar al ver un globo pensar en el horrible destino del protagonista de esta historia y eso dice mucho de la misma. Es como si Bukowski y Palahniuk se hubieran ido de bares, alumbrando, tras varias cervezas, una novela aterradora, tierna y demencial al mismo tiempo. Pero ojo, pese a lo extraño de su planteamiento, la historia fluye de forma lógica ante el devenir de los acontecimientos y es fácil ponerse en la piel (aunque no tenga) de su protagonista, aunque a veces no compartas su punto de vista. Otro elemento que me ha gustado mucho es la ambigua relación entre el protagonista y su novia cuando lo fácil era decantar la historia y situarse en el maniqueísmo, pero no. Aquí no existe el blanco y el negro, la luz y la oscuridad.

Como es normal también tiene sus puntos negativos. Cabe destacar en el apartado negativo algunas erratas gramaticales (al menos en la versión que tiene un servidor), pero no son muchas. Otro elemento que no me ha acabado de convencer son la inclusión de numerosos relatos escritos por el protagonista encontrados en varios cuadernos y que son leídos por diferentes personajes, pero sobre todo por Sarah, su novia. Al principio me pareció interesante, pero a medida que avanza la novela, he de reconocer que en algunos momentos me sacaban de la historia principal, haciendo que me perdiera por momentos, aunque entiendo que sirven para mostrar la personalidad del narrador. 

En definitiva, Eterno es una novela diferente con un final que te dejará aplaudiendo minutos después de haberlo leído. 200% recomendable.

Lo mejor: casi todo, pero sobre todo la originalidad y honestidad de su planteamiento sin censura de ningún tipo. Nunca volverás a ver un globo de la misma forma.
Lo peor: algunas erratas y los fragmentos de los relatos mencionados anteriormente.