Los Figa Flawas, quítate las Nike y ponte las albarcas

Dentro del amplio marco de los conciertos organizados por el Cruïlla Primavera en Barcelona, los Figa Flawas, el dúo catalán más simpático y con mayor desparpajo de la escena urbana actual, eran el plato estrella.

Colgando el cartel de sold-out en pocos días para la que se ha convertido en la sala capital de la confirmación del despegue de cualquier banda que se precie, empezando por aquel lejano concierto que dio Bad Gyal hace ya 6 años, o los más recientes de Mushkaa o Julieta, los Figa Flawas también lo han conseguido.

Después de un primer disco que los colocó en la escena catalana a la altura de The Tyets o 31 FAM, el dúo venido de Vila-Seca y formado por Xavier Cartantyà y Pep Velasco tienen la baza de convertirse en una fiesta en mayúsculas una vez se suben al escenario.

Reforzados por una continua variación de colaboradores que se subían y se bajaban del escenario según el tema que tocaba ejecutar, cuarteto de vientos, percusiones, guitarras, trombones e invitadas vocales, la hora y media de concierto que dieron los catalanes nos proporcionó uno de los momentos más frescos, bailables, disfrutables, desenfadados, desinhibidos y festivos del año con diferencia.

La calidad y capacidad de Pep Velasco sobre las tablas del escenario es prácticamente indiscutible. Ya sea por su potencial como cantante melódico, trapero, rapero o reggaetonero, sus arrebatadoras habilidades como frontman / showman o su visión para hacer crecer la banda casi hasta el nivel de colectivo, fueron uno de los platos fuertes de la noche. Pero la banda no se quedó corta tampoco, subida en una tarima alta y vistosa que hacía las veces de segundo piso en el escenario, algo muy pocas veces visto en el Apolo, y clavando el mestizaje de estilos y mezcolanza de ritmos de manera apoteósica, no hubo un momento de decaída en los 90 minutos que duró el espectáculo.

Empezando el concierto con uno de sus hits más reconocibles de su debut Joves Tendres, Pep salía de dentro de una nevera puesta en medio del escenario para soltar su Xuculatina y meterse al público en el bolsillo desde el minuto cero. Por el camino cayeron también Osset De Peluix, La Tabarra y Culet con un Shinnosuke improvisado, de su primer disco, pero el dúo venía presentar su último álbum, La Calçotada, y creo que no se dejaron prácticamente ni una en el tintero.

4 Kissus, Diabla, Xampany i Galetes, la batxateta catalana de Mussegu, Que No Sácabi, Filet a dúo con Alba Armengou, Mala Sang con Pol Bordas y Compte, Xalalà pero sin LLuís Gavladà,  Xtraterrestes y más, fueron la muestra inequívoca de los agusto y natural que se mueve el dúo en todos los estilos que se atreven a alterar e intervenir con sus manos y sus mentes para llevárselo a su terreno y convertirlos en hits con un potencial local desmesurado y una proyección internacional indiscutible.

Deseando volver a verlos en el Festival Cruïlla de verano.