‘Géminis’, no hay una versión perfecta de mí, ni de ti, ni de nadie

Géminis

No hay una versión perfecta de mí, ni de ti, ni de nadie

por Ester C. Murillo

Al asesino a sueldo Henry Brogan, interpretado por Will Smith (Ali), le ha llegado la hora de jubilarse. Su último trabajo, aunque exitoso, le ha dejado un regusto amargo en la conciencia causándole remordimientos: Había una niña al lado del tipo al que debía liquidar, ¿y si la bala llega a desviarse unos centímetros y causa una víctima colateral en edad escolar?

Por todo ello, y porque también va cumpliendo años, decide echar el cierre y dedicarse a la vida contemplativa pescando caballa. Pero sus planes de vivir su dorada vejez en la playa pronto acabarán desapareciendo. Alguien ha ordenado acabar con su vida y un misterioso joven de  estética “Príncipe de Bel Air años 90”, será el encargado de esta misión.

Mientras su némesis le persigue desde Colombia a Budapest; poco a poco vamos sabiendo más acerca del proyecto Géminis, en qué consiste, quiénes están detrás, qué es lo que pretenden y hasta qué punto puede llegar la falta de escrúpulos del ser humano jugando a ser Dios.

A pesar de que la película es entretenida, tiene buenos efectos especiales y no se hace larga; no deja de tener un argumento manido.

Sí, tiene muy buenas localizaciones, buena dosis de explosiones y tiroteos, y su poquito de humor con los chascarrillos del personaje de Will Smith sobre la diferencia generacional, no deja de ser una película con un desenlace previsible.

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