Antonio en la cocina

Blog de Cocina

Antonio Gómez

Tradiciones dulces para todos los gustos

La fiesta de Halloween americana, el día de muertos mexicano, poco a poco acogemos tradiciones de otros países, quizá porque las nuestras no son tan “llamativas”.

Mientras que las que adoptamos tienen disfraces y decoraciones llamativas, nosotros somos más sobrios.

Aunque hay algo que sí mantenemos más allá de las representaciones de Don Juan Tenorio, los dulces típicos de estas fechas.

Desde los más típicos buñuelos de viento, de los que dicen que cuando te comes uno sacas un alma del purgatorio, y los huesos de santo, que simbolizan cariñosamente a los muertos mostrando al comerlos que los quieres y no les temes, hasta otros también típicos en otras fechas como las rosquillas o los pestiños.

Como en estas fechas se encuentran muchos sitios que ofrecen recetas de buñuelos y huesos de santo, yo me voy a decantar por un dulce llamativo por su forma y muy rico de sabor.

Es un dulce de sartén que obtiene su forma de un molde característico que hoy en día se encuentra fácilmente incluso en Amazon. Es un dulce típico de algunas zonas de Castilla La Mancha, Castilla León y Extremadura. Las Flores fritas.

Lo primero necesario es el molde, que es de hierro o acero y necesita un poco de mantenimiento para evitar que se pegue la masa al molde y no queden bien. Al final os cuento mi secreto.

Vamos allá con la receta:

Necesitamos ¼ l leche, 2 huevos, esencia de vainilla, un chorrito de anís y 200 gr harina. 

Se mezclan todos los ingredientes hasta tener una masa homogénea y se echa en un recipiente estrecho en el que entre el molde.

Se calienta aceite limpio, se mete el molde en el aceite y cuando esté bien caliente, se mete el molde en la masa sin que llegue al borde.

La masa se pegará al molde, volvemos a introducirlo en el aceite y se fríe. La masa se despegará sola, y cuando esté dorada, se le da la vuelta para dorar el resto, no deben quedar muy tostadas.

Sacarlas y pasar por azúcar.

Una cosa a tener en cuenta es, que una vez que se despegue la flor del molde, este debe dejarse en el aceite para que se caliente, ya que si se mete el molde frio en la masa, no saldrán bien.

Otra alternativa al baño de azúcar es ponerles un filo de chocolate, para ello fundimos un poco de chocolate y mojamos las flores en él, dejándolas que sequen.

Una vez usado el molde, o la primera vez antes de que lo uséis, siempre hago el mismo proceso, que además sirve para mantenerlo como nuevo.

Meto el molde en un recipiente estrecho y lo cubro con un refresco de cola dejándolo unas horas o de un día para otro. Tras este paso se seca y se mete en un cazo con aceite usado. Lo mantenemos a fuego alto durante un buen rato, esto va a calentar mucho el molde, cosa muy importante.

Tras este paso NO LAVAR EL MOLDE, se le quita el exceso de aceite una vez haya perdido temperatura y se envuelve en papel de cocina hasta la siguiente vez.