Indómito / Vladimir Hernández 

Una versión cubana de ‘Kill Bill’

Mariví González

La Habana, 2014. El infierno tiene muchas versiones; una de ellas puede despertar bajo tierra cubierto de sangre y descubrir que te han engañado e intentado matar, y que la única persona en quien confías ha sido asesinada. También puede ser que tú provoques otra versión del infierno con una repercusión implacable en busca de algo más que venganza. El infierno pueden ser los espejismos de una cuba que exhibe un falso aperturismo al mundo y esconde las promesas rotas que han marcado generaciones enteras.

Mario Durán es el hijo de la Cuba más reciente y negra, esa en la que los millennials ya no esperan nada del Estado, pero lo quieren todo. Indómito es una novela eléctrica, un viaje trepidante y adictivo que nos atrapa desde la primera página y no nos suelta hasta robarnos el aliento.

Para empezar a hablar de esta novela voy a tener que llevarle la contraria a la sinopsis de la misma. No es una novela que te atrapa desde la primera página, ni desde el primer capítulo. A mí me ha enganchado leyendo el final de la primera parte de las tres que tiene. Sin embargo tengo que concederle que una vez te atrapa no paras de leer hasta llegar al final. Si tuviera que puntuarla sobre diez, le doy un ocho sin dudarlo.

Con un merecido Premio Internacional de Novela Negra ‘’L’H Confidencial 2016, Vladimir Hernández relata de una forma impecable la salida de la cárcel de Mario (Mayo) Durán. La forma de describir cada escena, de mostrar lo cruda que es la realidad y, sobretodo y lo que más me ha gustado, las partes de acción y asesinatos que hay en la novela, me ha enamorado. Y si a eso le sumas que es inevitable acordarte de Kill Bill al leer Indómito, hacen de esta novela negra una imprescindible que todo el mundo debería leer.

Si no te quedas con ganas de leer más vida de Mario Durán, es que no has leído como es debido la novela.

@marivi_glez

Más contenido en YB