‘ZombiesMAD’, de Rosario Guillén García

ZombiesMAD es un buen ejemplo de gastronomía mental sobre el género. Un ejercicio divertido, atractivo y ameno.

por Manuel Gutiérrez

Sí. A mí, personalmente, me llama muy mucho el género Zombie. Ya pasé por esa etapa en la que disfrutaba viendo como se comían a los tontos de turno. Un poquito de canibalismo sano y toda la parafernalia. Pero luego uno se adentra en el género y se encuentra unas lecturas que van más allá del gore barato (del que también soy fan ¡Obvio!). Y son lecturas infinitas.

Pueden retorcerse, sin pudrirse, hasta el infinito, pues comparamos a los muertos con nosotros. A nosotros con el “¿Cómo serían las cosas?” en una situación así. Y por supuesto, “¿Cómo seríamos nosotros?” si nos tocara vivir algo similar.

Esta pregunta la puede contestar el 2020 de formas la mar de absurdas, con lo que no hay respuesta incorrecta según parece.

Hay mil propuestas adornando toda la cultura popular: cómics, cine, videojuegos, literatura. Ningún arte se escapa de la mordida cerebral. Y al final, los grandes; los que realmente tienen una idea que contar, son los que prevalecen. Y el libro de Rosario Guillén García tiene mucho que contar.

Una historia bien construida

Nacido del mecenazgo, ZombiesMAD tiene, desde su primer momento, un tono humorístico. ¡Pero no os dejéis engañar! El libro se aleja de autofagitarse en la mera broma; nos trae una protagonista tridimensional que sufre del entorno. Un personaje real, que cabalga entre la chanza y la miseria. Alguien por quien puedes sentir empatía o apatía. O incluso las dos cosas a la vez, algo increíblemente difícil de hacer.

Es una protagonista desinhibida. Que te hace reír con sus chascarrillos (amen de un repertorio bien majo de pop culture), o incluso sentir que todo se tambalea en los peores momentos. Es fácil hacer catarsis. Ves sus aciertos, ves los errores, y muchas veces no puedes evitar pensar; “yo habría hecho lo mismo”.

Y os dejo un extracto de la novela para ejemplificar.

“Dicen que la estupidez humana no tiene límites, pero vamos a dejar una cosa clara, este es mi apocalipsis y la cago como quiero, así que, si creéis que podíais hacerlo mejor, vivid vuestra propia matanza.”

Hacer que te conviertas en acusado de tu propio juicio es algo que consigue con la forma de ver el mundo que le rodea. Lo bueno, lo malo y lo miserable. Atenúa con humor y jamás se pierde el interés en su carismática protagonista, que aguanta el relato entero.

Aunque en realidad, debería decir co-protagonista. Basta con decir que Madrid es la otra actante principal de la novela. Sus parajes, sus costumbres, su gente… Hasta la gastronomía tiene un valor implícito a la hora de estructurar la novela, dándole el nombre a los capítulos.

Y aquí se nota el buen saber, y amor, por parte de Rosario Guillén García a la hora de situar la acción. La capital adquiere cotas significativas y reconocibles. Del símbolo al icono, y de ahí, a un nuevo símbolo que representa mucho más de lo que estamos acostumbrados.

ZombiesMAD es un buen ejemplo de gastronomía mental sobre el género. Un ejercicio divertido, atractivo y ameno. Sabe cuando ser cómplice y cuando maestro. Te hace reír, y te hace pensar. Si te gusta el género, y más importante, si eres de Madrid, debería ser una compra obligada.

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