Las startups de la batamanta para confesarse sólo con los íntimos

Cuatro startups reorientan las redes sociales para destronar a Facebook

Las aplicaciones enfocadas a las redes sociales intentan captar un trozo del pastel que, hasta la fecha, engulle de manera casi exclusiva Facebook. Y un@ se pregunta, si ya está todo inventado y además adquirido por Zuckerberg, ¿dónde está el truco del almendruco? La respuesta: usuarios más jóvenes y grupos sociales íntimos. Se acabó lo de tener 5.000 amigos en Facebook. Se lleva la intimidad. Lo dicen TTYL, Squad, YOLO y Cocoon.

por Rosa Panadero

TTYL, Squad, YOLO y Cocoon son cuatro startups que, todavía en fase semilla, han conseguido entre dos y cinco millones de dólares de financiación para desarrollar software para móviles. Sus apps combaten la soledad y fomentan las relaciones personales. Quién diría que ya estaba todo inventado.

TTYL capitaliza el comportamiento de los usuarios de los AirPods de Apple

La app TTYL notifica a los usuarios si sus amigos están en línea y tienen puestos los AirPods, así pueden telefonearles y la respuesta es prácticamente inmediata.

El co-fundador Alex Ma tuvo el “momento eureka” cuando, tras graduarse en 2015, le costaba mantener el contacto con sus antiguos compañeros universitarios. Hacer llamadas es diferente para millennials y Generación Z, y el mundo de los negocios también se verá acelerado por la nueva oportunidad en la inmediatez.

La audiencia de TTYL es prácticamente la misma que la de Snapchat en Estados Unidos, por lo que TTYL utiliza su plataforma de autentificación de usuarios y les permite añadir perfiles de Bitmoji.  La idea de negocio de TTYL no contempla monetizar los datos de los usuarios, sino generar beneficios con compras en la app o vendiendo merchandising físico en TTYL. De momento descartan incluir anuncios en la app.

La búsqueda de nuevos usuarios de TTYL se concentra en estudiantes de secundaria-bachillerato y a través de clubs de tecnología y emprendimiento.

Squad combate la curiosidad adolescente del teléfono del otro

La hija de trece años de la fundadora se lamentaba porque, mientras hablaba por teléfono con su amiga, no podía ver qué tenía en la pantalla. Ni corta ni perezosa, su madre, Esther Crawford y y su co-fundador Ethan Sutin crearon Squad la aplicación para iPhone que permite compartir pantalla del móvil con la persona en su video-chat. Squad utiliza la plataforma de Snapchat para autentificar usuarios y escanea la lista de contactos para sugerir nuevos amigos. Durante los primeros diez meses de vida de la app, se ha utilizado en 200 millones de minutos en llamadas. Los usuarios de Squad van de los trece a los veintidós años y gracias a la distribución a través de grupos de Whatsapp (ironías de la vida, propiedad de Zuckerberg), muchos están fuera de los Estados Unidos.

Idea de negocio: un gaming model con micro transacciones y microsuscripciones, todo como pequeños pagos que encajan con el poder adquisitivo de su jovencísima base de usuarios.

YOLO y las preguntas anónimas en chats del instituto

YOLO permite hacer preguntas anónimas en las Snapchat Stories. En la nueva actualización de la aplicación se puede dejar la pregunta en chats de usuarios con los mismos intereses y que son parte, por ejemplo, del mismo instituto de secundaria. Como utiliza los Bitmojis de Snapchat, los usuarios son identificables de alguna manera a través de sus avatares digitales, en lugar de mostrar sus nombres reales, como sí pasaba con otras apps como YikYak y Secret. Como el anonimato inflama la agresividad, una empresa externa escanea palabras de odio en los mensajes de YOLO antes de lanzarlos con inteligencia artificial. Alrededor de un diez por ciento de los mensajes no son emitidos.

Cocoon: cada abeja a su panal

La idea de Cocoon es construir un espacio digital para familia y amigos íntimos. Se parece a Path, otra app social que limitaba el número de conexiones para maximizar la experiencia de intimidad. El negocio en sí es que sólo los más cercanos forman parte de tu grupo.

Muchas de las startups que nacen tienen su origen en el desencanto de sus fundadores cuando eran empleados de alguna corporación que no los escuchó.

Cuando el pez grande es capaz de generar un spin-off con un puñado de trabajadores inspirados y en flow, el triunfo queda dentro de la empresa matriz. Cuando la empresa no es capaz de hacer suyo el pálpito inventor de su empleado, lo mejor es irse y crear por cuenta propia.

Le puede pasar incluso a Facebook: dos ex empleados de la famosa red, Sachin Monga y Alex Cornell, fundaron Cocoon (“Panal de Abejas”), estudiaron el diseño de los salones y cómo las personas interactúan en ellos, y se inspiraron en Neko Atsume, la app social japonesa que sólo permite avanzar a sus usuarios cuando no juegan de forma activa por ciertos períodos de tiempo, lo cual supone un ejemplo disruptivo de cómo diseñar un software cuyo fin no busca maximizar el app engagement.

Una información de RPConnection.net

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