Space Hammu convierte su primer concierto en todo un éxito

Space Hammu ofreció el domingo 8 de enero su primer concierto conjunto. Los casi dos millares de espectadores de La Riviera tuvieron la oportunidad de ver cómo ese grupo de ocho amigos malagueños se subían, como si fueran una banda de música, a un escenario que rebosaba felicidad viendo como cumplían los sueños de los que hablaban hace años.

Empecemos por el principio, Space Hammu es un colectivo de hiphop y no un grupo, si buscamos la diferencia entre estos términos comenzamos a comprender en que consiste esta unión. Los colectivos se mueven por intereses comunes y buscan la cooperación para mejorar juntos su desempeño, mientras que los grupos buscan cooperación para el éxito individual. Su nombre surge de la unión de dos conceptos claves en sus canciones: el espacio (Space) y Hammurabi, sexto rey de Babilonia, conocido por redactar la famosa ley “ojo por ojo y diente por diente”.

 foto: grimey x spacehammu

Este colectivo está formado por Delaossa, Raggio, Easy-S, Carrión, Saske, Sanson, J.Moods (productor) y Kas Rules (DJ y sonido). Cada uno tiene su carrera individual, en la cual destaca Delaossa que goza de un éxito innegable con millón y medio de oyentes mensuales en Spotify o Easy que supera el medio millón. Eso sí, está asegurado que cuando se juntan todos no va a sobresalir uno sobre el otro, todos son iguales y lo que les gusta hacer es temas de hiphop puro, rap del que se lleva años diciendo que ha pasado de moda pero que está más vivo que nunca. En pleno año 2021, cuando todavía no había vuelto la normalidad por el COVID sacaron Hammu Nation, su primer disco conjunto, que para los amantes del rap debe ser una escucha obligatoria.

Vayamos con el concierto, durante los días previos se había creado por redes sociales un hype que era difícil de superar, tampoco tenía claro qué esperar de un show que realmente era toda una incertidumbre. Cuando ya no cabía ni un alma en La Riviera, empezó a sonar la melodía de Fiore 95 y fueron saliendo uno a uno colocándose bajo un foco creando una atmósfera mágica, en la cual no sabías si estabas en un concierto o escogiendo personaje en un videojuego.

Una vez estaban todos en en la tarima, comenzó una sucesión de canciones con una explosión de energía difícil de explicar a alguien que no estuviera allí, los protagonistas corrían por el escenario, se abrazaban, apoyaban las canciones de sus compañeros haciendo los coros, pegaban saltos, miraban al público o en otras palabras, disfrutaban de lo que estaban haciendo.

Tras varios minutos de efusión total, el ambiente se fue calmando poco a poco  hasta que hicieron subir al escenario a un chico llamado Alejandro que había venido junto a su novia desde Valencia. En la cara del chico se veía que algo iba a pasar y con la voz quebrada de nervios pidió a su pareja que subiese también. Una vez los dos arriba, Alejandro se armó de valor e hincó su rodilla mientras sacaba un anillo pidiéndola matrimonio. En ese momento, Carrión volvió a coger el micro y comenzó la siguiente canción, mientras el show se convertía en una sucesión de abrazos y alegría.

Durante el show pudimos ver una mezcla de temas antiguos, temas más nuevos, temas individuales o incluso temas próximos  que aún no han salido como en el caso de Sansón. Es complicado quedarse con los mejores momentos de la noche, pero tras mucho reflexionar he elegido estos: Too Late Freestyle (Remix), por cómo disfrutaron todos el éxito individual de Easy. En este punto volvemos a la definición de colectivo, disfrutar y buscar el triunfo de tu compañero, porque como dice la canción “esta noche tenemos concierto, here we go”; Bonita Lana, casi 5 minutos de canción en la que nos hacen reflexionar sobre el dinero y el trabajo, en mi opinión la mejor letra de Space Hammu; I promise, porque a veces necesitamos que alguien nos coja de la mano y nos prometa que aunque el viento sople en contra, todo va a salir bien y por último, Guernica, el mejor cierre posible, una bomba musical que ya se ha convertido en un himno y que te hace no parar de mover el cuello al ritmo de la base.

 

El rap español debe estar de enhorabuena por conciertos como este, posiblemente sean los pasos a seguir para los que vengan en un futuro o para los que ya llevan un tiempo y eso ya es motivo de celebración. No me gustaría contradecir a Saske, pero esto no es solo música para hacer flexiones, también es música que te hace reflexionar, que te hace subir el volumen de los cascos al máximo mientras te pones la capucha de la sudadera y te sientes identificado con las letras, porque como ellos mismos dicen, Space Hammu somos todos los niños del barrio.