De vender zapatillas en un hotel a llenar 14.000 metros cuadrados en IFEMA. ScrapWorld arrasa otra vez y convierte Madrid en la capital de la cultura urbana.
Hay cosas que no cambian: la música suena mejor en directo, las sneakers siempre son una buena inversión y los mejores planes se viven en comunidad. Y si a todo eso le sumas moda, artistas top y un recinto como IFEMA, el resultado es una bomba de relojería llamada ScrapWorld 2025.
Lo que empezó como un encuentro entre colegas y coleccionistas de zapatillas, hoy es uno de los eventos más esperados del calendario urbano. Esta edición no solo ha vendido sus 20.000 entradas en tiempo récord, sino que ha convertido el IFEMA en el lugar más cool del país durante un fin de semana. Y no exageramos.
Lo que se vive en ScrapWorld no se compra, se siente
ScrapWorld nació para dar visibilidad a la moda urbana en España y lo ha conseguido. Este año, el nivel se ha salido del mapa: colaboraciones exclusivas, cápsulas limitadas, activaciones en directo, conciertos, deportes, talleres y mucha, muchísima creatividad.
Marcas como Foot Locker, Pull&Bear, Clarks, Pepsi o Vicio compartieron espacio con firmas emergentes como Bessel Friends o Stufff, demostrando que aquí hay hueco para lo consagrado y lo nuevo. Además, la música no dejó que nadie se quedara quieto: Metrika, El Bugg, Sticky M.A., RVFV, Disobey, Midas Alonso, y muchos más, pusieron banda sonora a una feria que se parece más a un festival que a un evento de moda.
Una feria que ya no se parece a una feria
ScrapWorld ha dejado de ser una simple cita de moda para convertirse en un universo paralelo donde la estética, la música, el deporte y la creatividad coexisten sin reglas. Las zonas de activación, los talleres en directo, las pistas deportivas y los espacios inmersivos forman parte de una experiencia total que va mucho más allá de mirar ropa o hacerse fotos.
Y lo mejor es que todo eso está pensado para el público real: joven, creativo, con ganas de expresarse y de formar parte de algo. Porque sí, ScrapWorld se ha convertido en una comunidad. Una que no solo sigue las tendencias, sino que muchas veces las crea.