Por qué me gusta tanto este juego: Pokémon Rojo y Azul

Análisis de cómo Nintendo creó algo más que una saga de videojuegos: Pokémon Rojo y Pokémon Azul (Verde en Japón) llegaron a Game Boy para crear un fenómeno fan que perdura hasta el día de hoy.

Echas la vista atrás, sí, un poco más atrás, ahí justo, cuando tenías esa Game Boy que tan buenos ratos te dió, y sin comerlo ni beberlo llega a tu vida algo que lo puso todo patas arribas. Y no podías ni imaginar cuánto: Pokémon Rojo/Azul.

 ¿Cómo pudo gustarte tanto éste juego? Fíjate si lo hizo, que ahora mismo estás sonriendo al acordarte de cuando jugabas.

Solo nos hace falta un breve análisis para descubrir por qué Pokémon Rojo y Pokémon Azul llamó tanto nuestra atención.

Ash y Gary en el Laboratorio del Profesor Oak
Ash y Gary en el Laboratorio del Profesor Oak

A tan corta edad nuestra vida cotidiana todavía está llena de acción y magia, soñamos con vivir grandes aventuras y los videojuegos juegan un papel muy importante cuando queremos dejar volar nuestra imaginación. Si a eso le sumas 151 criaturitas de fantasía diferentes con los que vivir una aventura de superación y amistad, voilá, tienes un gancho potente.

Podías medir tus habilidades como entrenador Pokémon contra tus amigos gracias al cable link y, ¿quién iba a dejar pasar la oportunidad de ser mejor que alguien en algo aunque fuera por un momento?. Ésto acompañado de una serie cuyo opening todavía nos sabemos de memoria toda una generación, los tazos, las figuras y un largo etcétera; era imposible evitar el golpe.

Ash y Pikachu en Pokémon Amarillo
Ash y Pikachu en Pokémon Amarillo

Además, poco después Nintendo lanzó un aviso para rezagados: Pokémon Amarillo. Tenía todo lo bueno de Pokémon Rojo y Pokémon Azul, pero con un par de detallitos minúsculos que suponían una abismal diferencia: tu aventura comenzaba con un gruñón Pikachu como compañero -como hacia Ash en la serie- y ya no tenías que escoger entre los 3 clásicos iniciales (Charmander, Squirtle y Bulbasaur), podías conseguirlos a todos y llevarlos contigo en el equipo.

Seres que podías llevar en tu bolsillo y con los que establecías un vínculo emocional, acompañado de música pegadiza, tu sueño de ser el mejor -”el mejor que habrá jamás”-, el afán de hacerte con todos y merchandising por todas partes asentaron las bases de lo que muchos seguimos disfrutando hoy. Un fenómeno fan gigantesco y, por el momento, infinito.

“Continuará”. 

Más contenido en YB