MK2 aligerará los fines de semana de los vecinos de Chueca y Salamanca, así que el blues dominical será menos duro. El cine de autor es necesario y las salas MK, dice su fundador, son espacios de intercambio donde cabe todo el mundo del arte y la filosofía.
Marin Karmel vino a Madrid no sólo a presentar la última de sus salas de cine en versión original. Vino también a cerrar un círculo que, como distribuidor, inició con dos cintas españolas, Cría cuervos y La Colmena, hace ya muchas décadas.
Desde que abriera su primera sala en el controvertido barrio parisino de La Bastilla en 1974, la marca MK no ha hecho más que aumentar su presencia. “Ahora tenemos cien salas en París en versión original (…) He enseñado a leer a más de cinco millones de personas”, dice el productor.
Este cine responsable y corresponsable es fundamental para la cultura, defiende Karmel. Interrogado por las amenazas de las plataformas, Monsieur Karmel cede el testigo a su hijo: “No competimos con las plataformas, ellas luchan contra la televisión. El enfoque americano de dominar y ser depredador, Netflix, considera que el resto somos sus enemigos. (…) Con catorce mil millones de presupuesto, no hace un buen trabajo. El mercado de la sala de estreno es mayor que el de la plataforma porque siempre habrá gente interesada en ir al cine”.
Si quieres abonarte, con la Tarjeta MK2 puedes ver todo el cine a 6€ durante un año. ¿Las entradas? Aquí: www.mk2institutfrancais.es
