Hace 26 años, en una época en la que dominaba la Fórmula 1, la marca japonesa Honda presentaba el NSX original, un superdeportivo que supuso un revulsivo entre los vehículos de altas prestaciones de la época.
Pues bien, ahora y un cuarto de siglo después el NSX (siglas que corresponden a New Sport eXperience) vuelve a rugir y llega envuelto en una nueva generación para conmemorar aquel nacimiento de un gran automóvil que se puso de largo de la mano de los dos grandes pilotos de la época, Ayrton Senna y Alain Prost. Corría el año 1990.
Como entonces, ahora en 2016 el nuevo NSX vuelve a sorprender, con un diseño vanguardista, aerodinámica muy estudiada y sobre todo un grupo propulsor híbrido compuesto por cuatro motores: Uno de gasolina y otro eléctrico que van instalados en la parte trasera y dos eléctricos más que se ubican en cada una de las ruedas delanteras. Con todos ellos se alcanza una potencia conjunta de 581 caballos.
El NSX es un biplaza del siglo XXI, con tecnología de última generación y construido en aluminio, para ofrecer un peso más ligero. El diseño exterior incluye varias funciones de iluminación con diodos LED, en los faros delanteros, las luces diurna y en los pilotos traseros. Cada faro contiene seis luces LED individuales de los que cuatro permanecen operativos cuando se utilizan las luces de corto alcance y se emplean las seis LED cuando se activan las largas.
En el interior encontramos los mismos atributos que en el exterior, un habitáculo cuidado pero de corte extremadamente deportivo donde el conductor puede elegir entre cuatro formas de conducción para disponer de un comportamiento más ecológico o dinámico. Con un pulsador el conductor selecciona entre estas funciones: Quiet, Sport, Sport+ y Track para interferir en el comportamiento de la dirección, los frenos, el acelerador, el sistema de control de estabilidad, los amortiguadores y el propio sistema de propulsión.
En el diseño del nuevo superdeportivo japonés no han faltado sinergias hombre-máquina con tecnologías de vanguardia en materia de seguridad, ayudas a la conducción y, por supuesto, infoentretenimiento.
Y como todo gran deportivo, el NSX dispone de un sistema de control de sonido del grupo propulsor y un sistema de escape activo para crear una experiencia auditiva personalizable tanto dentro como fuera del vehículo. Es decir, que el conductor puede decidir si su coche ruge como un superdeportivo o solo ronronea. Esto último pensando principalmente en el confort tanto interior como exterior.
Y hablando de confort, en el NSX también se han hecho guiños a la comodidad de sus pasajeros, con una ergonomía estudiada que facilita la entrada y salida del biplaza y un maletero -por si acaso queremos hacer un largo viaje- de 110 litros.
Como con el primer NSX, allá en 1990, Honda ha echado mano de un piloto de Fórmula 1 para poner de largo su nuevo superdeportivo. Y esta vez ha sido, nada más y nada menos que Fernando Alonso. Según el piloto español “Conducir un NXS es más suave y dulce que un monoplaza, ya que no vas a buscar el milímetro como sí haces en las carreras. Es como hablar de dibujo artístico y dibujo técnico”, aseguraba el doble campeón mundial. “Lo que más me ha sorprendido ha sido la frenada, la capacidad de los frenos y las sensaciones como piloto no distan mucho de lo que sentimos en F1, aunque se trata de conducciones muy diferentes”.
Pues ya sabéis, el nuevo NSX, que se fabrica exclusivamente en las instalaciones de HOnda en Ohio, en Estados Unidos, se pone a la venta en septiembre con un precio que rondará los 180.000 euros.
