El rap español saca pecho en un mismo escenario

La marca de relojes G-Shock organizó un festival nocturno en el que actuaron varios de los cantantes urbanos más importantes del momento.

Costa durante su actuación.

La celebración de los 40 años de G-Shock  en la discoteca Mon (Madrid)  fue todo un espectáculo. Recycled, Saske, Delaossa, Costa, Easy y Abhir Hathi dieron cada uno un show cercano a la media hora, estrenando sus últimos temas y sus canciones más aclamadas por el publico. Eso sí, no se podían comprar entradas, solo se podía acudir mediante invitación o mediante 150 entradas dobles que sortearon en sus redes sociales.”Fue una movida guay, siempre me han gustado los relojes e hice yo el diseño”, explicaba Easy, pocas horas antes de salir al esceario, sobre el reloj edición limitada que estrenó junto a Delaossa y Recycled. Además, añadió: “No tengo ganas de estrenar más discos, ya he sacado tres y ahora quiero experimentar otras cosas, como hice con Too Late. No estoy enseñando mucho, pero cuando empiece no pararé”.

El evento lo abrió Saske, rapero balear y perteneciente al colectivo Space Hammu. Poco a poco se está haciendo un hueco en la escena y para muchos es un claro candidato para acabar triunfando debido a su gran calidad de rapeo. Después de él, llegó el turno de Costa. Ya Abhir lo había descrito por la tarde como “perro viejo”, y así fue. Una gran puesta en escena acompañada de míticas canciones como Inmortal o Ficción hacen que su show siempre sea un espectáculo digno de ver.

Llegaba uno de los momentos más esperados de la noche, el momento de Recycled. Unos de los cantantes mas versátiles de la actualidad, ya que domina tanto géneros como el rap o como el pop. El mismo se describe en el Rap Sin Corte L: “El más duro haciéndolo blando”. No pudieron faltar 150 canciones, Casanova y 10.000 km, los tres adelantos que ya ha estrenado de su próximo disco. Acompañado de su productor Selecta, Recycled sabe perfectamente como moverse encima del escenario y como manejar su buena voz a lo largo del concierto. Además, al final de su show introdujo unos ritmos más electrónicos que le hicieron acabar el concierto por todo lo alto.

Recycled, uno de los más esperados durante la noche.

Pasada la medianoche, salía Delaossa al escenario, otro de los platos fuertes de la noche. El rapero procedente de El Palo (Málaga), cuenta con más de millón y medio de oyentes mensuales en Spotify y está acostumbrado a ser cabeza de cartel en los festivales más importantes del país. Es difícil saber cual es su mejor cualidad, ya que junta una muy buena escritura con un gran manejo de los distintos ritmos. Me gusta decir que Delaossa es un descubridor de sentimientos, ya que es de aquellos artistas que te hacen encontrar pensamientos que tienes en la cabeza y que hasta que no le oyes en una canción no sabes expresarlos. Al fin y al cabo, el arte y los sentimientos siempre tienen que caminar de la mano y el cantante malagueño sabe perfectamente como mantenerlos unidos.

Delaossa, cuarto artista en salir al escenario

Ya solo quedaban los dos últimos conciertos para cerrar la noche. El penúltimo en aparecer fue Abhir Hathi, cantante canario de ascendencia india, que cuenta con diferentes colaboraciones entre las que destaca el famoso Cayó La Noche Remix. ” Suelo trabajar con marcas que ya uso, recuerdo que de pequeño tenía un GShock y diez años despúes he tenido la oportunidad de colaborar con ellos“, explicaba Abhir en el backstage.  Por último, Easy fue el encargado de terminar los conciertos de la noche, un artista que cada vez se va consolidando más en el panorama y que cuenta con temas como La Placita ( junto a Delaossa), o sus nuevos lanzamientos en solitario Quattroporte y EZ. La Placita hizo que me tuvieran en cuenta todos los festivales y muchos promotores que antes no me hacían ni caso”, cuenta él mismo.

Un muy buen cartel hizo que el público lo diese todo y se entregase por completo durante las horas que duró el evento. Actualmente, la música urbana española se encuentra en muy buen momento y esto hace que diferentes marcas estén apostando por ella. Cada vez es más común ver a raperos llenando las salas más grandes del país. Esta noche fue más que un espectáculo musical, fue un símbolo de la pasión, la creatividad y la conexión entre los artistas y su público.