El Reino de Nunca Jamás habitado por Minotauros mágicos abre sus puertas el 28 de noviembre
La magia se hace realidad y por eso, las más de 225.000 mil personas que han visitado el Manantial de los sueños en estas dos ediciones, han posicionado este espectáculo como uno de los más visitados en Madrid.
Te contamos las novedades de este año:
- La pista de hielo será exterior (fuera del gran iglú), lo que permitirá disfrutar de ella durante todo el día y patinar hasta que el cuerpo aguante.
- Además de los ya tradicionales pasacalles, en los que se pueden ver de cerca a los distintos personajes y seres mágicos del Manantial, este año contamos con un nuevo espectáculo: «Viaje a los Cuatro Reinos », un show en el que la magia y las grandes ilusiones recorren cada uno de los reinos que componen el Manantial.
- La visita por los rincones iluminados del Manatial te llevarán a descubrir un viaje mágico al reino de las Hadas, al de los Elfos, al Campamento Real y al último descubrimiento que incorporamos este año : el Reino de Nunca Jamás habitado por minotauros mágicos sin olvidarnos de la visita obligada a la Villa de Papá Noel por supuesto. Una de las más tiernas y emocionantes que se viven tanto con niños como adultos.
- En cada uno de estos rincones señalados conoceremos las dotes mágicas de sus habitantes y su conexión ancestral con el elemento mágico: el agua primigenia, dadora de vida, magia e ilusión. La protagonista de nuestro espectáculo, la misma desde el primer año que lo presentamos. Ella es el eje principal del Manantial.
Este año el Campamento Real, lugar en el que acampan los Reyes Magos y todo su séquito, cuenta con un espacio mucho mayor, casi 2000 metros cuadrados con más personajes y nuevas historias para vivir en primera persona, depositar las cartas en el buzón real y conocer personalmente a sus Majestades los Reyes Magos.
No hay espacio de ocio sin esos ya míticos y deseados puestos navideños donde comprar golosinas, regalos o hacer un descanso para degustar los ya famosos caldos o chocolate con churros que a ciertas horas de la tarde se convierten en todo un placer.