Todos somos knowmadas

La Inteligencia Artificial es el nuevo fútbol, así que, si quieres enterarte de las reglas de juego, Carlos Rebate te reparte las cartas para jugar en El Antídoto. Doce técnicas para sobrevivir a la inteligencia artificial. Casi ningún emprendedor tiene tiempo para leer otra cosa que no tenga que ver con las actualizaciones de Apple y Android. Hete aquí con un manual de supervivencia ante la Inteligencia Artificial, válido también para los vintage que se niegan a cambiar el mundo analógico por el digital. Ojalá todos nos transformemos en knowmadas, conocedores nómadas del mundo que nos espera. 

por Rosa Panadero

Si has oído hablar del “long tail” en las clases de marketing digital de SEO y SEM, recordarás, entre bostezo y bostezo, que cuanto mejor definido esté el producto, más fácil será llegar al público.

No he dicho que los Reyes Magos sean los padres, pero casi, casi es la definición del crecimiento orgánico de algo en las redes.

Eso, y lo que los cambios en el algoritmo de Google permitan o penalicen. En el libro El Antídoto de Carlos Rebate te vas a dar un atracón de ideas para definirte y definir tu exotismo frente a las máquinas, por mucho miedo que te dé que las placas base te quiten de en medio hasta en la cola del SEPE. Piensa: Al final, yo soy quien cambia de Iphone, no el teléfono el que me sustituye a mí.

Vamos con las fórmulas de Rebate:

Singularidad

Cuando las máquinas se especializan en algo y se cuelgan el cartel de que son singulares (ojo, que a muchos les aterra la competencia de las máquinas), hay que pensar en qué nos hace especiales.

Desde luego que renovar nuestros chips cada 24 meses, como dice la Ley de Moore, no es algo en nuestra mano. Dado que aprendemos a lo largo de la vida, lo mejor es tener una profesión con dos apellidos: economista especializado en crowdfunding.

Si fuéramos informáticos, podríamos ser inventores de apps sobre gestión del tiempo, o diseñadores de plantillas para imprimir en 3D.

Cómo ser polímata cuando pasa el gato de Schrödinger

La del gato es una teoría sobre lo no sabemos si va a pasar o no. Prefiero el cisne negro de Nicholas Nassim Taleb porque soy más seguidora de Malcolm Gladwell, que le entrevistó y se lo explicó superbién.

Y como no sabemos lo que va a pasar en el universo y en general sólo debemos preocuparnos por aquello sobre lo que tenemos control (levantar los ojos del móvil al cruzar la calle, decir no a la segunda ración de pastel, etcétera), lo mejor ser polímata.

Si eres polímata, abarcas varias disciplinas y puedes enfrentarte a la incertidumbre sin demasiada preocupación. Dice mi terapeuta que nos preocupamos para estar ocupados. Quitemos el “pre”-ocupar y seamos más felices.

No eres máquina, ni lo intentes

Es una verdad de Perogrullo: si te comportas como una máquina, al final una máquina te sustituirá.

EL RPA o Robot Process Automation es fundamental para mejorar el proceso de decisiones, que es donde las máquinas no nos sustituyen.

Mejor será que las máquinas procesen los datos, y empleemos el tiempo, café en mano y pies sobre la mesa, en analizarlos y emitir una decisión crítica.

Sé eficiente y desarrolla tu sentimiento crítico: analiza tu jornada laboral, cada tarea laboral y personal. ¿Cuánto tiempo desperdicias? Sé sincer@.

En cualquier caso, no robotices un proceso roto: sólo se conseguirá hacer de forma eficiente un proceso ineficiente, innecesario.

Eso es difícil de hacérselo entender al que lleva tirantes en la oficina y se pasea puro en mano, pero hay que intentarlo en pro de la paz mundial.

Te doy mi corazón

Mientras Elon Musk presenta Neuralink, su empresa para conectar seres humanos a ordenadores que den lugar al ser humano aumentado, lo que queda por potenciar para diferenciarnos es el corazón.

Al actuar con corazón se activa otro tipo de inteligencia. Se trabaja desde la vulnerabilidad, y se conecta brutalmente con las audiencias.

Eso se ve mucho en las TED Talks, con los patios de butacas aguantando la respiración hasta que el último nudo de la historia lleva a un desenlace feliz. Después del headhunting vendrá el hearthunting, dice el libro.

El valle inquietante: cuando la tecnología despierta a la Inquisición

Dice la paradoja de Moravec que es fácil que una computadora haga tareas similares a un adulto en tests de inteligencia, pero imposible que desarrollen las habilidades perceptivas y motrices de un bebé de doce meses. Pues vale.

Esto viene a decir que no deberíamos temer a la tecnología, porque podemos moldear nuestro cerebro. A lo largo de los siglos, nuestros genes se han adaptado al ambiente de cada época, así que también lo conseguiremos en esta fase.

Quizá la RGPD sea un ejemplo del miedo tecnológico a la invasión de nuestra privacidad, aunque es más un mal uso de la tecnología, no la tecnología en sí misma la que nos traiciona.

Saca al polímata que llevas dentro

Si la polimatía es alcanzar la excelencia en dos o más materias, en plan Da Vinci o Aristóteles, lo ideal para encontrar el punto medio de nuestra singularidad es hallar la intersección entre dos o tres disciplinas, y a partir de ahí, innovar.

Cuando los de RRHH, “recursos inhumanos” dice mi amiga, buscan a alguien con diez años de experiencia en una herramienta, están cerrando la selección a personas que pueden aportar mucho más que el perfil “machaca” al que quieren contratar.

Una pena que los de RRHH no sean polímatas, habría que empezar por moldearlos a ellos para moldear las organizaciones. Si quieres convertirte en cofrade de la polimatía, empieza por la introspección, el autoconocimiento, sé consciente de en qué eres competente.

Conviértete en un centauro

No te sonará raro salir de casa con tu móvil en la mano, conectad@ a internet. Prácticamente, es una extensión de nosotr@s mism@s. Que se lo digan a l@s que sufren de FOMO.

Los centauros son algo parecido: equipos mixtos de personas y ordenadores. El equipo cuyo humano mejor interpreta los datos obtenidos por la máquina, gana. Es la parte estratégica-intuitiva la que nos diferencia de las máquinas.

En el cuarto nivel de la incertidumbre, aquella de ambigüedad verdadera en la que se requiere abstracción y análisis variable en tiempo real, los equipos centauros sobresalen por la cantidad de datos que se procesan y se interpretan.

Aquí en España todavía estamos en el nivel 1 de incertidumbre, aprendiendo qué es DAFO, o como máximo, en el nivel 2 con la teoría de los juegos para escenarios previsibles. En el nivel 3, Eduard Snowden tiró de la manta con la vigilancia tecnológica ilegal a través de las redes.

Si en el centauro hay persona y animal, tienes que elegir si quieres ser la cabeza o el culo. O interpretamos los datos, o somos la máquina que los automatiza.

Un brindis por tu ikigai

Tu Ikigai, ese del que hablamos aquí antes, es el compendio de tu pasión, misión, profesión, y vocación. Las máquinas, querido lector, carecen de ikigai.

Como mucho, tienen un listado de tareas y actualizaciones para seguir tirando unos años más. Por eso somos especiales los humanos. Así que decide cuál es tu ikigai, ayúdate del método Jodorowski (hacer listas de las cosas que no te gustan), y entiende que el mundo no es perfecto. Así tienes claro a lo que no te vas a dedicar.

Tú decides cuándo colonizar Marte

Sólo depende de nosotros mismos la decisión de construir una nueva versión de quienes somos, si queremos ser seres aumentados o no. Ojo. Si miramos con ojos del pasado, obtendremos soluciones del pasado.

Siempre nos quedará Marte, o para los más carcas, siempre nos quedará París, pero no hay que perder mucho tiempo. La procrastinación pasa factura.

Tu pensamiento exponencial, como los Pelayo del casino

Esto tiene que ver con los datos y las probabilidades, igual que la ruleta. Hay que observar, y encontrar la pata coja de la mesa en el casino después de haber extraído toda la información que hay sobre la mesa.

Las organizaciones exponenciales ExO duplican sus ingresos sin duplicar su organización. Su Propósito de Transformación Masiva (PTM) y su uso de los datos como gran activo hace que la información se transforme en conocimiento, este en sabiduría, y esta en impacto. ¿Cómo? Las ExO utilizan cuatro fases: digitalización, disrupción, desmonetización, democratización.

Piensa en AirBnB, o en Idealista. El crecimiento no está vinculado a activos propios, si el modelo de negocio funciona, crece exponencialmente. La resiliencia es la clave. Para Wallapop, Glovo e Idealista, sus activos externos son los objetos de segunda mano, los restaurantes y su comida, las casas para vender.

La grasa controla la carrera, por mucho “changemaker” que te creas

Por muy rápido que digan los gurús que los cambios exponenciales tendrán lugar, lo cosa irá más lenta porque depende del grado de adopción de los humanos: el cuerpo consume azúcares al principio de la carrera, y en el km 30-35 llega el efecto muro y pasa a consumir grasas, que son más lentas.

Las máquinas son el azúcar, y los humanos, las grasas de la evolución. También hay una explicación más científica, que es la Ley de Martec: la tecnología cambia exponencialmente, mientras que las organizaciones, gobernadas por personas, cambian logarítmicamente. El tiempo humano es lento.

Hackea tu propio pensamiento

Aquí todo te lleva a decodificar el pensamiento, como si fuera un lenguaje de programación. Se trata de hackear tu pensamiento: si alguien está deprimido, el relato y su programación provocan ese estado.

Es como una mística digital. Si desmontan el relato en pedacitos, puedes volver a reconstruirlo sin dolor.

De todas formas, si has llegado hasta aquí, seguramente tirarás de tu librería de confianza para hacerte con el libro de Carlos Rebate y profundizar en tu propia mística digital, como si fueras jesuita digital.

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