Reflexiones de tiempo, verdad y positividad
por Olga López
Comentar un poemario no es fácil y más porque aquí lo que juega es la interpretación del propio lector de los sentimientos y el alma que pone el poeta en cada uno de los versos que conforman el poemario. Pero allá voy.
Carmen Salas del Río, maestra (ya jubilada) y andaluza, demuestra estas dos facetas en su poemario La mirada del tiempo poemas dedicados a las letras, a las palabras y en especial a la figura del poeta y lo que arrastra la poesía y sus musas, sin olvidarse de sus orígenes en El Sur del Sur, un homenaje a Cádiz primero y después a “su” Granada.
Pero si uno ahonda en esta recopilación de poemas ve otros conflictos internos del poeta, un mirar hacia problemas de la vida e inquietudes: la soledad, el paso del tiempo, desengaños, conflictos personales, familiares, etcétera, pero este no es un poemario de penas, ni mucho menos.
Carmen Salas ahonda en tales cuestiones con una mirada serena, consciente y en tono muy positivo. Al lector le queda ese regusto triunfal, de victoria ante las vicisitudes que conlleva la vida de ahí “la mirada” y del paso “del tiempo”.
En esta mirada no se dejan de lado los problemas sociales; los vagabundos, la hipocresía de la sociedad, la dignidad, clase obrera, libertad y la esperanza de un mundo mejor pueden leerse entre verso y verso.
Me gustaría también destacar que el amor tiene también peso en parte de este poemario. Un amor tranquilo, cómplice y sereno, bien expresado en el poema La burbuja.
Este poemario, prologado de manera magistral por la poeta granadina Teresa Gómez, llega a los lectores con un lenguaje sencillo y directo, sin grandes florituras en el que el mensaje que quiere hacernos llegar lo hace de forma lineal sin altos en el camino.
Quiere hacernos reflexionar sobre lo que nos rodea y sobre grandes sentimientos porque sin duda el paso del tiempo es inexorable pero visto desde los ojos de Carmen Salas se hace más llevadero.