Cómo buscar empleo con éxito cuando ya tienes trabajo

Con la bajada del paro, especialmente entre las mujeres que buscan trabajo, ahora puede ser un buen momento para buscar un nuevo empleo. Para los recién graduados en particular, trabajar durante el día para pagar la renta mientras buscan el primer empleo para comenzar su carrera profesional es bastante común.

La gente que ya tiene trabajo pueden tener una mayor ventaja ya que, desafortunadamente, el mito laboral es cierto: los economistas encontraron que la gente que ya está empleada tiende a tener más facilidad para conseguir nuevos puestos de trabajo.

A la luz de estas diferencias, la búsqueda de un puesto de trabajo cuando ya se tiene uno parece relativamente fácil, hasta que se consideran otros tipos de dificultades, como, por ejemplo, los malabarismos entre el trabajo cotidiano y la búsqueda de nuevas oportunidades. La etiqueta y las maniobras son definitivamente necesarias para hacer que esto funcione con éxito, evitando tirar piedras sobre el tejado.

Por cierto, si estás pensando en cambiarte para una empresa mayor te puede venir bien darle un vistazo a esta página de empleo. En ella puedes encontrar información sobre los pasos iniciales a seguir para enviar tu CV.

Ahora sí, aquí tienes algunos consejillos para quienes están trabajando y buscan dar un cambio en su vida laboral.

1._ Ser sincero sobre tu situación laboral actual

Muchos pueden tener diversos motivos para permanecer callados con respecto a su trabajo actual: tal vez piensen que un posible empleador tiene alguna relación con su gerente, o no quieren que su ocupación actual parezca estar en oposición con la dirección que están tratando de tomar.

No obstante, es importante ser transparente con los posibles empleadores en cuanto a que actualmente tienes un trabajo, especialmente si éste no se incluye en tu currículum.

Si evitas ser honesto acerca de por qué siempre pareces no estar disponible, a pesar de que tu horario parezca abierto a primera vista, te arriesgas a parecer evasivo, sospechoso o simplemente molesto. Simplemente di que en este momento estás trabajando entre las horas X e Y, pero que estás disponible en las fechas y horas Z. Una vez que te confirmen una entrevista y te reúnas en persona, puedes dar más contexto sobre tu situación si así lo prefieres.

2._ Deja un hueco en tu agenda

Trabajar por turnos (por ejemplo, en un trabajo de venta al por menor o en un restaurante) puede conllevar la ventaja de contar con excelentes consejos y una programación semiflexible. Al mismo tiempo, es muy común que los gerentes de esas industrias pidan a los empleados que tomen turnos de último momento y trabajen en horarios irregulares.

Si trabajas por turnos, trata de mantener por lo menos dos días hábiles abiertos en tu agenda, o deja por lo menos un par de horas libres por la tarde, para entrevistas o reuniones. Conviene que la programación de una entrevista sea lo más fácil posible, y no depende del entrevistador romperse la cabeza para compaginar ambas agendas.

3._ Busca trabajo para el fin de semana

Algunos desempleados pueden buscar trabajos a tiempo parcial para ganar algo de dinero mientras buscan en su industria de preferencia puestos a tiempo completo. Si puedes hacerlo, procura ofertas que te pidan que trabajes durante el fin de semana, al menos inicialmente.

La gran mayoría de los empleadores solicitarán entrevistas en días hábiles, de lunes a viernes. Por mucho que te arrepientas de haber renunciado temporalmente a tus fines de semana, no estar siempre disponible para una entrevista será un problema mayor.

4._ Amontona tus vacaciones

Las entrevistas telefónicas o por video llamada son cada vez más frecuentes, especialmente en las fases preliminares de selección de postulantes. Pero si estás buscando un trabajo en una nueva localidad y te encuentras en una etapa final del proceso, es posible que te pidan que te reúnas con uno o varios ejecutivos para una entrevista presencial.

Si sabes que en los próximos meses intensificarás tu búsqueda de empleo, ten en cuenta cómo usas tus días de asuntos propios y las vacaciones.

Una cosa es tomar “un largo almuerzo” a nivel local con un empleador potencial, y otra cosa es tener que salir de la ciudad por una tarde. Tu jefe actual no debería molestarte por razones por las que estás fuera de la oficina cuando es el momento que has pedido y tienes derecho a hacerlo, pero si vas más allá de esos días asignados, es posible que tengas que dar explicaciones.

5._ Ahorra para las entrevistas

Algunos reclutadores pagarán la factura de tu viaje y cualquier alojamiento, pero otros reembolsarán esos costos si pagas de tu bolsillo primero – o tal vez no te ofrezcan nada. Si aun así quieres comprometerte con las entrevistas que requieran viajar, asegúrate de que no te estés quedando sin blanca.

Mientras planeas estas entrevistas, intenta ahorrar al menos 100€/mes para viajes. Los costes variarán obviamente dependiendo de adónde vas y cómo planeas llegar allí (tren, autobús, cerca de un día de fiesta), pero el hecho de comer fuera durante unas semanas puede hacer mella.