Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Cadenas camufladas que nos ahogaran si no hacemos algo PRONTO

Cadenas camufladas que nos ahogaran si no hacemos algo PRONTO

Recuerdo una época en la que nadie juzgaba a nadie por su sexo, color de piel, raza o religión.

Yo tenía 15 ó 16 años.

Era una sociedad que respetaba la libertad de los demás, y que, como no, tenía pequeños grupos que se quejaban por sus cosillas, o tenían discursos distintos entre sí pero, aparte de no pisar los bares o lugares señalados por ese otro grupo, no pasaba nada más. Nada. Bueno, a veces se insultaban en partidos de futbol, o durante conciertos, y había algunas peleillas que a nadie importaba ni molestaba los ajenos a los movimientos, pero quitando esos momentos NADA pasaba.

Había violaciones, asesinatos, peleas, robos, porque estas cosas por desgracia siempre están en nuestra sociedad y naturaleza (y siempre estarán por muchas leyes de mierda que quieran inventarse), y cuando pillaban a los culpables se les castigaba y seguíamos adelante con nuestra evolución y nuestros sueños de querer vivir en paz, mirando al futuro, y siendo felices.

Entonces, en algún punto que se me ha escapado, todo se fue a la puta mierda y ahora, a día de hoy, vivimos en un país enfadado los unos con los otros, que no se escuchan hablar entre sí pero piden sin parar respeto por sus ideas, y en el que todos los hombres somos violadores, todas las mujeres víctimas, todos los negros ladrones y todos los musulmanes personas violentas.

Y si no me crees pon la tele ahora mismo, y dime qué es lo que ves: ¿políticos violentando a la mitad del país dándole recursos o favores a la otra mitad?, ¿personas prohibiéndonos hacer cosas que hasta hace unos años (o unos meses) no era más que nuestro día a día y no había ningún problema por ello?, o entra en Twitter o Facebook o Youtube: ¿cuántos canales o discursos de amor ves?, ¿cuántos que buscan que nos matemos los unos a los otros o nos miremos con desconfianza?, ¿cuántos de gente que trata de hacernos pensar con verdades como puños, pero que después reciben insultos de personas que ni tan siquiera se han dignado a oírles?

Y ahora dime si esto te parece de un país, de una sociedad, de personas, que van hacia adelante, que evolucionan, o en realidad es un paso atrás en una dirección que solo tiene al pasado como discurso y que no se centra en los problemas reales y sí en los que dan más dinero y mejores titulares. Porque no os engañéis, esto no va de defender a estos o a aquellos, va de que nuestros yos del futuro no acaben jodidos de verdad porque los de ahora no hacemos nada, va de que no quiero que dentro de unos años me señalen, o a un hijo mío, por algo que no soy y no pueda defenderme, o que cuando venga alguien de fuera lo primero que hagamos sea juzgarlo por desconfianza, o que la religión sea lo primero que veamos a la hora de conocer a alguien y, solo por eso, la odiemos sin saber nada de ella y tomando solamente como excusa los crímenes que alguien con sus creencias hizo en el pasado.

Y, de nuevo, volvemos al pasado.

Recuerdo una época en la que cuando tenías un amigo negro o chicas en el grupo no ibas con pies de plomo a la hora de tratarles; con el primero no vigilabas de no decir nada que le ofendiera o que él pudiera tomar como un ataque a su cultura o su raza, simplemente le hacías las mismas bromas y le dabas las mismas hostias que a los demás jugando al futbol, e incluso era él el que hablaba de que su sudor olía más fuerte que el nuestro, y recuerdo que nos frotaba sus sobacos por la espalda para putearnos. Y a las segundas no ibas con cuidado a la hora de agarrarlas de la cintura o el culo en la piscina cuando hacías una guerra de caballos o jugabas a hacer castillos, o no te cortabas y les tirabas del pelo o las empujabas cuando ellas te lo hacía a ti, o mirabas con malos ojos que durante las primeras borracheras se besaran con amigos tuyos sin tener ni idea de lo que hacían, mientras los que bebíamos licor de manzana (sí, lo sé…) nos poníamos las botas mirando; ¿y por qué?, pues porque no había miedo de que al día siguiente nadie denunciara a nadie, ni se sentían menos o más que el otro porque no tuvo en consideración lo que el otro pensaba, sentía, o qué diría la sociedad. Solamente lo pasábamos bien. Pero al parecer esto de “disfrutar de la vida sin preocupación” no está bien visto, no en bueno ni correcto, y es importante robar el mayor número de libertad, directa o indirectamente, al mayor grupo de personas posibles, porque supongo que solo así nos llevarán como a corderitos mansos y temerosos, como a vacas gordas y sonrientes, de camino al matadero, y no haremos nada al respecto porque lo hacen por nuestro bien. Ese que no sabemos escoger por nosotros mismos.

Porque esto, no os dejéis engañar, no va de ser una mejor sociedad, ni de respetarnos más, y tampoco va de tenernos en cuenta los unos a los otros; esto va de control, de dictaduras, esto va de que nos quieren mudos, ciegos, y con miedo, para hacer con nosotros lo que quieran.

Y os aseguro que yo puedo ver, oír, y pienso seguir pensando sin miedo.

¿Y tú?