Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

El ‘Arte’ que viene… y como ejemplo “Greenland”

Acepto que estamos en un momento delicado históricamente hablando, lleno de inseguridad y de miedos y de pocas ganas de hacer algo que no sea sentirnos victimas de un mal que pocos comprenden (excepto los Chinos, por eso de que ellos crearon el virus, ya sabéis), pero una cosa es eso y otra muy distinta que todos, de golpe, nos hayamos vuelto gilipollas.

Pero MUY gilipollas.

Pero no voy a hablar de que la gente en cuanto han abierto los bares se han comportado como animales de granja en las barras, olvidando que todavía existe algo por ahí que, quizá, pueda matarlos; o que andar por la calle es poco menos que ser espectador de un circo ambulante donde payasos de todo tipo se cruzan en tu camino para tocarte los huevos con los patinetes, con sus dudas estúpidas nacidas de no pensar antes de preguntar, o tratando de comportarse como neandertales más que como homo sapiens.

No, no voy a hablar de esto.

Lo que me está tocando estos días las pelotas son las pocas ganas que le están poniendo algunos “artistas” con la excusa del Covid, y antes de que me lancéis a la caballería dejadme que haga un apunte: hablo de los que CON LA EXCUSA se creen que con tal de apoyarles vamos a comernos toda su mierda poco inspirada con cuchillo y tenedor incluidos.

Es como si debido a su mala suerte con el tema, y a que aún  no les dejen hacer su trabajo en paz, estén aprovechando para colarnos sus sobras, esas que ni su propia familia les aplaudiría por vergüenza ajena, con el trasfondo de que “hay que apoyarles o desaparecerán”.

Y yo digo que si en lugar de hacer algo bueno te dedicas a volcar sobre mí la bolsa de basura más llena que tienes, ¿en serio crees que me veré en la obligación de apoyarte?, ¿o sería más lógico que me cague en todo tú ser y, después, trate de conseguir que nadie cometa el mismo error que yo mientras espero a que, de una vez por todas, caigas en el olvido del que nunca debiste salir?

Y ahora hablemos de la película Greenland.

No es solo que el guión parezca escrito por un mono que al ser capaz de entender lo que lee en los sobrecitos de azúcar se crea digno de inventarse una “historia”, es que además trata de meternos en todo momento mensajes moralistas de un modo tan sumamente patoso y tortillero, tan escupido en la cara, que acabas partiéndote de risa a pesar de lo “mal” que lo están pasando sus protagonistas.

Que esa es otra: los personajes. Porque si ya es cliché que el matrimonio esté enfadado, aún lo es más que sea porque él le ha puesto los cuernos a ella, ¡el marido es malo malísimo!, ¡no la mujer que no hace más que provocar asco y aburrimiento toda la peli con sus acciones egoístas y malvadas, usando en algunos casos al niño para seguir avanzando en la historia a base de dar lástima, o que la dejen hacer en todo momento lo que quiera porque es “una mujer desvalida”!, ¡no!, ¡él es el malo y el que debe sacrificarse por la familia, no vaya a ser que ella se rompa una uña al tomar una decisión y siga llorando otros 45 minutos más!

Creo que en toda mi vida nunca había deseado tanto la muerte de una familia protagonista; y soy fan de la Matanza de Texas y Holocausto Caníbal.

Es una película de calidad inferior Inferno, con actores que no saben lo que hacen la mitad de las veces, supongo que por no dejar solo al director, al montajista y al del CGI (por Dios, ¡que montón de mierda pixelada!), así que solo podría recomendársela a aquellos que hayan apoyado Verkamis y Patrions absurdos estos meses: hay idioteces que solo fueron creadas para idiotas.

El arte va a salir muy jodido de la pandemia

Y no solo por el dinero que ha perdido y las pocas facilidades que el gobierno, sino también porque me temo que nos espera una colección de discos y películas, de libros y de artes plásticas, que buscarán más la pena para conseguir dinero que el talento, y muchos de vosotros, amigos, vais a lamerles el culo como si no hubiera un mañana.

¿O a cuantos productos de verdadera calidad habéis apoyado en lo que va de año con la excusa de “hay que ayudarles”?, aja… entiendo…