Aunque muchos de mis lectores, penséis que soy un ser sin alma, que se dedica a reventar cualquier película. A todos, vosotros os equivocáis.
Ando todavía sorprendido, con la nueva película de Disney. Si he dicho, Disney. La misma que he atacado y he reventado, siempre que he podido. Sí esa.
Esta vez nos sorprende con dragones
Por si todavía os estáis preguntando de que va esta nueva entrega, os lo resumiré. La película nos introduce al mundo de Kumandra, donde dragones y humanos viven en perfecta armonía. Las fuerzas del mal amenazan la existencia y los dragones sacrifican su vida por los humanos. Después de muchos años, esas fuerzas vuelven y Raya, tiene que encontrar al último dragón para que el mundo vuelva a la normalidad.
Me diréis que no suena apetecible, porque desde luego lo es y mucho. Esta nueva aventura de animación, tiene de todo. Mujeres guerreras, valores positivos, personajes secundarios graciosos, magia, dragones, lucha, intriga, emoción y muchas más cosas.
Disney emplea de nuevo su simplejidad, para condensar en apenas dos horas, un sinfín de sentimientos que te atrapan.
Venga lo admito, lloré sí, lloré
No es para menos, ya que valores como la confianza y el respeto son los que articulan toda la trama. Hacen de ellos el motor de lo que ocurre, además se acompañan con una banda sonora que te toca el corazón. Es que Disney es especialista en encontrar esos sentimientos y manejarlos a su antojo en una en aventuras igual de entretenidas que épicas.
Aviso grumetes. Esta peli no tiene ni villanos, ni ningún interés romántico entre los personajes, ni números musicales que te saquen de la trama y todavía menos, amor furro. Raya es aventura, aventura y aventura. Busca inspirar a los niños desde el amor por lograr lo que se quiere y deja de lado, la espera pasiva de ese beso romántico.
La protagonista vuelve a romper los cánones clásicos de Disney, y casi sin querer, se transforma en una revolucionaria. Lo que vendría a ser, una buena película feminista.
Espectáculo visual no, lo siguiente
No os mentiré, la vi en la tele de mi casa y aun así, fue una gozada. La animación empleada en esta ocasión, es sin duda una maravilla. Disney ha puesto la máquina de animar a tope y se nota. Las texturas del agua (que es lo primero que miro) te transportan a una magia y una fantasía propia del todo el mundo que te muestra. Mundo que rezuma lo clásico del folklore chino y a la vez, te sorprende con lo contundente de la novedad que nos narra. Por momentos, pierdes la noción de que es algo animado.
La estética de sus personajes, se ve marcada por la diferencia entre las razas de Kumandra. Aunque, si me permitís un poco de hate, los dragones son demasiado adorables como para llamarlos dragones. Eso no quita, que se vayan a vender peluches como churros.
Por ir acabando
Me ha gustado mucho esta película. El mundo presentado se presta a nuevas y futuras entregas, ya sea en formato serie, videojuego o incluso una trilogía. El mundo de Raya es tan mágico y extenso, que espero que hagan un buen uso de la fantasía creada. Estamos ante una de las mejores aventuras de animación que ha creado Disney. No solo es épica, si no que además se vuelve una delicia según avanza.
Permitiéndome el comentario, en ciertos matices de la película, me recordaba a la saga de Star Wars. Por lo tanto, esta película vale mucho la pena.
