Berri Txarrak, la despedida soñada

Con 25 años a sus espaldas, cientos de conciertos realizados y miles de corazones conquistados, los vascos Berri Txarrak se despiden de los escenarios definitivamente con una gira por salas de capacidad media cerrando un ciclo que se inició hace tan solo unos meses cuando anunciaron el cese de las actividades musicales por parte del trío más currante, sincero, comprometido y combativo de la escena nacional.

Imposibles de clasificar dentro de una etiqueta concreta desde sus inicios y ampliando el radio de acción (tanto en público como en estilos) con cada nuevo paso que han dado en su firme carrera, poder disfrutar de su último concierto en Barcelona en la mítica sala Apolo en formato despedida  ha sido un lujo del que muchos podremos hablar a las generaciones venideras con mucho orgullo y alguna que otra lágrima cayendo por nuestras mejillas. 

Después del medio fallido concierto que dieron este verano en el Cruïlla de Barcelona, el cual se saldó con varios cortes en el sonido y un repertorio más que limitado para lo esperado de ellos, la descomunal manera de resarcirse y resarcirnos que han ejecutado durante el pasado fin de semana en Barcelona ha sido una odisea épica a la altura de Homero.

Haciendo la primera parada en la Razzmatazz el viernes día uno y la segunda al día siguiente en la sala Apolo (colgando ambos carteles de sold-out meses antes), todavía les dio tiempo para hacer una parada sorpresa entre medio de ambos bolos concretando un concierto en la plaza Universidad, en pleno centro de Barcelona, de manera gratuita y en apoyo a la concentración allí realizada en contra de la sentencia del constitucional.

Como digo, siempre comprometidos, siempre con el pueblo, siempre contra lo establecido. Una banda capaz de dar tres conciertos en la misma ciudad en menos de 24 horas debería tener, al menos, un monumento a su hazaña.

Una actuación épica

Del concierto del Apolo diré que duró dos hora y cuarto, tuvo un repertorio de 28 canciones, entre las que llegaron a incluir el Kids de MGMT, el Toro de El Columpio Asesino y el Sols El Poble Salva Al Poble de KOP (sin duda la más celebrada de las tres) y que se convirtió en una de las noches más emotivas, intensas y redondas de las miles que ha vivido la sala de conciertos más antigua de Barcelona.

Comprometidos tanto política como socialmente con la situación que se vive actualmente en Catalunya, Berri Txarrak lanzaron proclamas en favor de los presos políticos y la libertad de expresión para un pueblo necesitado de apoyo externo y que agradeció enormemente el gesto por parte del trío.

Tanta fue la implicación de la banda que prácticamente todo lo que dijo Gorka durante la velada, lo articuló en un catalán más que notable, otro punto más a favor que los honra sobremanera. 

Despedida por todo lo alto de una banda que se retira en el punto más alto de su carrera, con un público rendido a sus pies de manera irremediable capaz de corear todos y cada uno de los temas que tocaron esa noche (obviamente cada uno como podía al estar todos cantados en euskera) para una velada en la que la desbordante emotividad del momento, las canciones y la situación, se convirtió en el protagonista principal de la noche.

Sería mejor que no se retiran, eso seguro, pero si lo hacen así, no haría falta ni una gira de retorno dentro de 10 años, el cielo ya lo tienen ganado.

+ Info: Berri Txarrak / 02 noviembre 2019 / Sala Apolo (Barcelona)

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