A través del concept Alpenglow, Alpine nos muestra cómo serán sus futuros modelos, tanto de carretera pero también de competición.
Alpenglow es un vehículo de emociones, que se basa en nuevas soluciones sostenibles, entre ellas el uso del hidrógeno.
Este concept-car es el padre de todos los futuros Alpine por su diseño, tecnología e innovaciones, respetando la historia de la marca.
Su diseño evoca el espíritu competitivo que ha impulsado la marca desde su creación en 1955. Se revela así la intención principal de Alpine: una deportividad sostenible, una complementariedad de soluciones de emisiones limpias, incluyendo el hidrógeno, para sus gamas de carretera y de competición, pero también un diseño en el que el conductor es uno con el interior.
El hidrógeno verde es una de las soluciones previstas por esta marca para la movilidad sostenible. El motor de hidrógeno prácticamente solo emite vapor de agua durante su combustión. El agua se convierte así en un elemento clave en el diseño de Alpenglow.
Colores y materiales naturales
Los colores y los materiales utilizados también son indicativos de cómo serán los Alpine del futuro: modelos en los que la emoción y la tecnología se unen para hacer que la experiencia de conducción sea única y auténtica. Elementos y estados naturales como el fuego, el agua, el hielo, el viento y el vapor inspiran este objeto, que impresiona por sus formas enérgicas, su carrocería fluida y aerodinámica, así como por su sensación de pureza. Su diseño es el de un coche ágil y elegante, que puede adaptarse fácilmente a un coche de carretera o de competición.
La competición, impregnada en la historia de la marca, siempre ha sido un punto de referencia central en la creación de Alpenglow. Su carrocería exterior recuerda a un traje aéreo, utilizado en el deporte de montaña más extremo. Dos triángulos se entrecruzan, creando una forma afilada para lograr sensaciones excepcionales.
Alpenglow, un nombre que encaja perfectamente. Este fenómeno luminoso en el que una raya horizontal de luz teñida de rojo aparece en las montañas antes del amanecer y después del atardecer, expresa claramente la misión de este concept-car: ensalzar el momento en que se revelan las formas y tecnologías revolucionarias del mañana, en el que la marca ofrece un atisbo de su próxima etapa, la del futuro Alpine.
Un diseño inspirador
Un monoplaza en el que el conductor se encuentra en una posición central, unido al habitáculo y rodeado por los dos depósitos de hidrógeno. Esta es la base del diseño del concept-car Alpenglow.
El interior y el exterior de este concept-car están asociados. Una envoltura ligera y flotante rodea al conductor, que es uno con el material. Los dos depósitos «pontones», situados a ambos lados del habitáculo en forma de lágrima, refuerzan esta sensación de unión con la máquina y un confort óptimo para el conductor. Esta experiencia de conducción se desarrollará aún más en los interiores de los futuros modelos Alpine.
Un coche deportivo inspirado en el mundo del motor, pero con una silueta única y elegante. Esa es la promesa de Alpine. El habitáculo de Alpenglow adopta la forma de un casco transparente y azulado que permite vislumbrar la silueta del conductor, sin dejar de ser lo más monolítico posible.
Inspirado en las carreras de resistencia, el volante geométrico del concept-car Alpenglow invita al conductor a imaginar una experiencia de conducción deportiva y de alto rendimiento.
Las levas de cambio transparentes y retroiluminadas refuerzan la sensación de ligereza en un interior estilizado, donde solo cuenta la experiencia a bordo.
La parte inferior del volante también cuenta con dos selectores con varias funciones integradas que recuerdan directamente a los volantes de Fórmula 1 y LMP1. Permiten que el concept-car tenga varios ajustes, como el « track control » o la frenada regenerativa.
Más potencia
El volante también cuenta con un botón de adelantamiento para obtener más potencia. Para arrancar el vehículo, el conductor dispone de una llave en forma de prisma que se introduce en el volante. Esta llave completa la pirámide central, que se ilumina al arrancar el coche y da vida al vehículo.
La firma luminosa de Alpenglow evoluciona para evocar una nueva estética. En la parte trasera, las luces azuladas presagian el uso del hidrógeno como combustible puro.
Las ruedas, con sus llantas transparentes que recuerdan a los copos de nieve, también evocan la identidad Alpine, un estilo, que nos proyecta hacia las montañas.
El alerón trasero de este concept-car destaca por su total transparencia, que disimula su presencia y funcionalidad. Más allá de su aspecto tan ligero, su importancia es fundamental. Es móvil, lo que permite reducir la resistencia aerodinámica y generar más carga aerodinámica.
Diseñado para la competición, el concept-car utiliza alerones traseros muy largos y cónicos para conseguir la mejor aerodinámica. Un guiño al coche de resistencia A220 de finales de los 60. Los dos depósitos realzan el lateral con una forma generosa y sensual que encaja perfectamente con el diseño esculpido de Alpenglow.
Con una longitud de más de 5 metros, una anchura de más de 2 metros y una altura de menos de 1 metro, este concept-car se convierte en un modelo muy ágil cuyas formas esculpidas representan el lenguaje de diseño de los futuros coches Alpine.
Siempre azul
Un nuevo tono de azul aparece en su carrocería, una evolución del icónico azul Alpine que siempre está en movimiento.
La fibra de carbono se utilizó ampliamente en su diseño. Y para responder a los retos del desarrollo sostenible, también se ha utilizado carbono reciclado en el diseño de este concept-car. Procede en su totalidad de materiales reciclados.
Numerosas piezas transparentes revelan la tecnología que compone este vehículo. Los componentes mecánicos negros, como la suspensión y la columna de dirección, son visibles y están resaltados.
Los pedales, las levas del volante, los triángulos que encapsulan el hidrógeno, el alerón y parte del capó del motor son transparentes, revelando un mundo altamente técnico que antes era inaccesible para los aficionados.
Alpenglow es un concept-car que reivindica con orgullo sus orígenes. La bandera azul, blanca y roja que luce en el exterior y en el interior del vehículo es un recordatorio de la fabricación, la excelencia automovilística y el saber hacer de Alpine.