Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Ahora que llega el 6M

Pues ya volvemos a estar a las puertas de un nuevo 8M (o 6M, o algo así este año, porque Dios libre a las manifestantes de madrugar un domingo o impedirles dar por culo a la ciudadanía un viernes con sus pancartas y gritos), y para no variar la evolución de las exaltadas que dirán que los hombres blancos somos despiadados asesinos, que la sociedad es machista, o que ellas y solo ellas representan a toooodas las mujeres del mundo, no ha sido posible.

Este pequeño y falto de razón grupo de chicas jóvenes que van a luchar contra el franquismo por nuestro bien (ja, ja, ja, ja), siguen con su garrote al machote y demás muestras de superioridad moral, mientras insultan con cada paso que dan no solo a los hombres inocentes (la gran mayoría, incluyendo sus propias familias, por si alguien se ha creído su lucha), sino también a las mujeres libres y que saben que estos temas que usan como banderas (a saber: techo de cristal, machismo institucional, odio de todo el mundo hacia ellas, etcétera) no son más que mentiras sin fundamento, que a base de repetirlas mil veces, sus pobres cabecitas ya han convertido en ley.

Y así, por desgracia, por los siglos de los siglos.

Y no quiero que esto parezca un artículo de ataque hacia ellas (además sé que con que me llamen machista o fascista ya creerán que han ganado la discusión; pobretas), sino más bien un intento más, de los muchos que se niegan a entender porque les obligaría a replantearse todos sus mantras, de lograr que abandonen esa mentira en la que les han metido sus superiores morales, y empiecen a vivir la vida real, llena de seguridad, oportunidades, y menos peligros de los que ellas creen.

Pero ya doy por sentado que no voy a conseguirlo, así que sigamos hablando de las verdades que no quieren entender, y sin problema.

Una de las cosas que sigo sin comprender es que no vean que las que llevan sus hilos, que son todas las mujeres que están en la sombra guiándolas y señalando hacia donde tienen que ir sus ataques, en realidad solo tienen una meta: seguir recibiendo subvenciones y tratos de favor para continuar con su ritmo de vida. Y ya está.

Porque esto, y de veras que lo siento amigues, va solo de dinero, poder, y un complejo de inferioridad y de rencor tan grande como insultante, que a vuestras jefas les hace expulsar espuma por la boca ante cualquiera que les ponga la realidad ante sus narices.

Estas, amigues manifestantes, que os dicen qué debes boicotear, qué conciertos insultar, dónde hacer vuestra pintada o contra que violadores cantar y contra quienes no, solo os están usando para que de cara a la galería parezca que hacen algo, y que merecen ese dinero público que reciben del estado y que es lo único que les importa.

Vosotras, chicas jóvenes con pancartas y que estáis perdiendo la gran oportunidad que os ofrece el ir a la universidad o formar parte de una clase social media alta, no sois más que peones para ellas, piezas que no sirven para nada más que seguir manteniendo arriba a aquellas organizaciones que han formado raíces en ese modo de vida burgués y adinerado.

El mismo que atacáis sin parar, por cierto.

Porque atacáis a enemigos invisibles, a fantasmas que os han convencido que son los culpables de los pocos problemas importantes que tenéis en vuestras vidas, y que dan la casualidad que en realidad son vuestros actos los que los crean.

¿Entendéis lo que os digo?, toda vuestra lucha, vuestras palabras de odio y de ira dirigidas hacia esos supuestos muros que queréis destruir, son las que os siguen teniendo en una jaula sin poder vivir de verdad, porque a base de repetir y repetir lo del heteropatriarcado y lo del machismo institucional, cualquier cosa que os pase, cualquier tonto error de alguien al decir lo que sea, ya es para vosotras un ataque directo a vuestra libertad, la misma que en ningún momento se ha visto ni mínimamente atacada. Siquiera la han rozado.

Es como si os gustase sentiros así, atadas y encerradas, por el hecho de que entonces es más sencillo no enfrentarse a la vida real, esa en la que día sí y día también las personas normales tenemos que lidiar con problemas reales causados por una larga lista de situaciones, ninguna de ellas relacionada con nuestra superioridad o las desigualdades socialesrelacionadas con nuestra condición sexual.

Eso, de existir, es algo que solo pasó hace años, o ahora en pequeños círculos que, vaya casualidad, están siendo apoyados por las mismas que os empujan a salir a la calle.

Las mismas que no quieren que haya hombres en algunos trabajos, que la paridad sea implantada por obligación, que tratan de enseñar a niños pequeños a hacer mamadas, o que tapan casos de violación aberrantes con otros que sí les vayan a juego con sus ideas.

Estas son las que crean problemas en el mundo. Estas, y no esos.

Pero hay algo que si os cedo, y es que a base de pesadez habéis conseguido de mucha gente normal os apoye sin ver que en realidad se están pegando un tiro en el pie haciéndolo.

Porque siempre es más fácil asentir, aplaudir y no mirar más allá, que leer de todo y no hacerlo con tus dogmas colocados como gafas de sol.

Es alucinante que a los que no nos ponemos de lado ante esta verdad, ante noticias y actos y falsedades que tratan de ocultar los más interesados, se nos llame obsesionados en lugar de informados, sobre todo cuando compartimos este tipo de cosas con el único fin de que no mueran estas noticias antes incluso de haber llegado a la opinión pública.

Pero que no falte llamar fascista a un medio de comunicación liberal cuando la noticia que da se escapa de tus argumentos, ¿eh? Eso que no falte nunca.

Ahora vaticino algo: todo esto, en cuanto acabéis de leerme, ya no importará, porque seguramente me estaréis insultando en redes en lugar de debatir con razonamientos, o prefiráis que esto muera aquí, no vaya a ser que alguien se ofenda con mis palabras y se obligue a sí mismo a replantearse sus valores y la dirección de sus actos.

Yo, al contrario de mucha gente, pienso seguir informándome, compartiendo, atacando a los mentirosos y, ante todo, sin perder mi libertad de opinar lo que me dé la gana ante la panda de borregos que prefieren una jaula de cristal que les proteja de todos los males del mundo a cambio de tener la boca callada.

¿Qué tenéis planeado hacer el 6M, o el 8M o todos los días en que estas enemigas de la verdadera libertad decidan salir a la calle a insultarnos por el simple hecho de ser hombre?

Yo, por descontado, trabajando honradamente, con podcast de Jano Garcia, Fernando Dias Villanueva, Dannan, Álvaro Bernad, Juan Ramón Rallo, Nicolás Márquez, Agustín Laje, Inocente Duke o Roma Gallardo en los oídos.

Y a mucha honra.