Abuelo, ¿Cómo habéis consentido esto?
Joaquín Estefanía
Crisis y oportunidad
José Víctor Esteban
Joaquín Estefanía es uno de los periodistas económicos, cronistas políticos y analista del día a día más conocidos de nuestro país. Desde posiciones socialdemócratas intenta ayudarnos a entender que pasa a nuestro alrededor, por qué las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen.
En el libro que nos ocupa, Joaquín, convertido ya en abuelo, pretende dejar a sus nietas un resumen por escrito de las que él considera causas principales que han llevado a nuestra sociedad hasta la situación actual.
En el centro de su discurso se sitúa lo que debería ser la piedra angular de toda discusión política: ¿Qué es un ciudadano? El autor recurre a las palabras del sociólogo británico Thomas Marshall y cito “una persona no era ciudadano si no lo era por partida triple: Ciudadano político (elegir a sus representantes o ser elegido si quiere presentarse a unas elecciones), ciudadano civil (el que posee los derechos fundamentales: libertad de expresión, reunión) y ciudadano social o económico (el que logre un mínimo de seguridad económica y pueda vivir conforme a los estándares medios de su época)”, página 90.
El adecuado equilibrio entre las características de la ciudadanía, libertad política, derechos civiles y solvencia económica ha sido el objetivo y fundamento de todo el discurso político de los últimos doscientos años. Lo que cambia no es el “qué” sino el “cómo”. Democracia representativa, dictadura del proletariado, superioridad racial, hombre nuevo fascista…cada movimiento político vende su modelo colectivo hacia la felicidad individual.
Tras la catástrofe absoluta del siglo XX, con los muertos contándose por decenas de millones por diferentes motivos políticos: el choque entre imperios de la primera guerra mundial, entre ideologías en la segunda, entre la democracia y el totalitarismo en sus dos vertientes, comunismo y su hijo putativo el fascismo; los grandes consensos de final del siglo permitieron la expansión sostenida de la democracia liberal, el libre comercio y su consecuencia natural, la globalización.
Teóricamente el proceso permite la expansión y mejora de los tres elementos fundamentales del concepto de ciudadanía: capacidad de elección, derechos civiles y estabilidad económica. ¿Ha sido así en realidad? ¿Podría haberse conseguido? ¿Cómo lo logramos?
Y otra vez estamos en el ¿cómo hacemos?: ¿profundizamos en la globalización? ¿eliminamos la democracia? ¿avanzamos en la unidad europea y la consolidamos frente a la amenaza de las dictaduras rusa y china, y la nueva presidencia norteamericana todavía por calificar? Por cierto, ahora China con su ¿comunismo de mercado? sustituye a Estados Unidos como ¡campeón del libre comercio! Cosas veredes que diría el clásico…
En esta situación los charlatanes, los que tienen soluciones para todo, los que ya sabían lo que iba a pasar y “nos lo dijeron”, medran y crecen por doquier desde EEUU a Filipinas pasando por la vieja Europa aparecen los “hombres providenciales”.
Joaquín Estefanía ha construido un excelente relato sobre el cómo hemos llegado hasta aquí, a base de consenso, paciencia y trabajo duro; y para construir el futuro no tenemos más herramientas que, otra vez, consenso, paciencia y trabajo duro, digan lo que digan tanto profeta de tres al cuarto, filósofos de barra de bar, adoradores de ideologías fracasadas o multimillonarios de pelo teñido.
Por primera vez en cien años estamos saliendo de una crisis económica devastadora sin caer en el salvajismo de una guerra mundial. Algo habremos hecho bien y todas esas instituciones globales que tanto criticamos a lo mejor funcionan mejor de lo que parece. ¿Por qué no probamos a fortalecerlas y mejorar su funcionamiento democrático en lugar de derribarlas?
En resumen un libro excelente, aunque le cuesta arrancar, para hacerse un planteamiento político con conocimiento de causa.