Yung Beef presentó un show impactante y efectivo dentro del trap, pero alejado de un directo de calidad
Nuestro colaborador Àlex Caballero asistió al show que Yung Beef, ‘el rey del underground’, ofreció en la Sala Apolo de Barcelona.
Previa entrevista en directo organizada por parte de El Bloque Televisión y la sala Apolo en la que pudimos ver a un Yung Beef sumamente sincero y muy seguro de sí mismo, y en la que cayeron perlas del calibre de “Todo el mundo tiene su lado femenino, si lo conoces mejor, aunque resulte peligroso para el resto” o “Sony es una habita con 80 abogados y 2 puretas que se supone que saben de música”, la tarde se presentaba de lo más caliente a la espera de la toma de contacto con su show a las pocas horas y en la misma sala.
Separado ya totalmente de Sony y convertido en su propio jefe, Yung Beef llegó al Apolo para demostrar porqué es el autoproclamado rey del underground. Totalmente desprovisto de cualquier carácter romántico, el gamberrismo garrulo del show de Yung Beef, agresivo y crudo como pocos, tomó un rumbo claramente punk y siniestro desde el momento en el que el artista granadino se subió a la jaula de 10×10 metros colocada en el centro de la sala Apolo a eso de las 22.00 horas con una luz mínima y la atmósfera cargada de testosterona y humo hasta la bandera.
Un show que, tomandoselo más como una actuación única en la que la performance, el shock-rock y el burrismo se batían el cobre con la filosofía trap que proclama Yung Beef, incluso sus pantalones adornados con parches de AC/DC y The Doors forman parte del choque contracultural que provoca en su público, el disfrute se puede convertir en máximo a la hora de obtener algo que nadie más en la escena actual es capaz de ofrecer, originalidad, salvajismo, riesgo y espectáculo en cantidades ingentes.
Presentando su última mixtape de la serie ADROMICFMS, entrega que ha conseguido superar todo lo grabado con anterioridad por el trapero andaluz elevando su posición hasta límites insospechados, no dejaron de sonar hits de antaño tomando verdadero protagonismo los cortes de su último trabajo entre los que cayeron Me Perdí En Madrid, Rosalía, Daniela Bregoli y Valentino Demons.
Con un show que no pasó de la hora, el colectivo La Vendición, compuesto por Mc Buseta bailando y animando el cotarro a tope, Mc Hakim como partner-in-crime de Beef sobre la jaula y Brat Star a los beats colocada dentro de la misma, los pogos, la pasión, el sudor, los porros, el alcohol, el perreo y la sobrada actitud (tanto la de los presentes como la del propio Yung Beef) superaron con creces las evidentes carencias en directo que tiene el granadino al micro.
Algo que ya se ha convertido en la tónica dentro del trap (y a la vez en una lacra que desprestigia la escena sin remedio), es utilizar el playback como apoyo en los shows (no me atrevo a llamar a esto directo) hasta el punto de no escuchar nada de lo que se supone que canta el artista en el micro sobrepasado, totalmente y a conciencia, por la canción que sale por los altavoces de la sala (obviamente con la pista vocal incluida). Como digo, a la hora de ofrecer un show de lo más impactante y efectivo dentro del trap, no hay nadie como Yung Beef, pero si lo que queremos es ir a ver un directo de calidad, no quereis pisar la sala ni para probar.
+INFO: Yung Beef, 10 de febrero de 2018, Sala Apolo (Barcelona), precio : 12 euros.
