2017 comienza fuerte en el panorama musical español con la publicación del primer trabajo de Lucas Colman (1993). Este madrileño, que apuesta por un estilo sincero para transmitir sus experiencias a través de sus canciones, cuenta con una legión de incondicionales que, acostumbrados a ver sus directos, esperan con ansiedad su primer disco.
Antes, cuando un músico comenzaba su carrera se tenía que contentar con tocar en el metro o en la calle, ante un público más enfrascado en llegar a tiempo al trabajo que en escucharle. En la actualidad, en la era de Internet, con las redes sociales y las plataformas de vídeo, véase Youtube o Vimeo, las posibilidades de dar visibilidad a cualquier forma de expresión artística se ha multiplicado por mil.
Ahora mismo, si además de buena música el artista es capaz de realizar un buen trabajo de comunicación, el boca a boca hará el resto.
Y en este escenario es en el que se ha movido Lucas Colman como pez en el agua, desde que decidió tomarse en serio esto de la música. Conocido por el público por sus directos en salas pequeñas su música ha sabido hacerse un hueco en la escena musical. El vídeo de su tema Con el lado frío ha tenido más de 400.000 visualizaciones en Youtube.
Con una gran actividad en las redes sociales, y una imagen muy cuidada, que le ha servido de apoyo a su increíble talento, el contrato con una discográfica de las grandes solo era cuestión de tiempo.
El primer disco de Colman, bautizado con su nombre, estará en el mercado desde hoy y es el resultado de un trabajo largo y concienzudo en el que este joven músico ha volcado su corazón y su piel.
Con ídolos como Bob Dylan, Lou Reed, The Rolling Stones, The Doors, la base en ningún caso podía ser mala, pero Lucas Colman ha conseguido hacer un sonido de rock callejero animado por un equipo que se ha implicado mucho más que profesionalmente, y eso se nota. Apoyado por un grupo de amigos en casi todas las partes de la producción el nuevo disco rezuma complicidad.
El joven músico afirma que sus canciones “nacen con el objetivo de musicalizar sus experiencias” y que plasma en sus letras “lo que siente y lo que ve”, algo muy parecido a lo que aseguraba Bob Dylan, el ídolo indiscutible de este cantante.La sinceridad que aparece en sus letras Lucas reconoce que es algo que“sale de forma natural. Si se busca se nota, y se pierde la sensación”.
El disco está formado por unas canciones grabadas al aire libre, más concretamente bajo el cielo de Segovia, en Madrid, que supusieron un enorme trabajo de producción. Desplazar a toda la banda, durante un mes, “para vivir y convivir”fue un sacrificio recompensado por el resultado final. Con las ventajas e inconvenientes que este tipo de grabación puede presentar, inclemencias meteorológicas incluidas, las canciones cuentan con un toque de calidez y cercanía que se transmite en cada corte.Además, al mismo tiempo que se grababan las canciones la productora El Botón Rojo realizaba un documental que estará disponible para sus seguidores en las redes sociales y la web.
Y así, después de mucho trabajo, Colman dio por finalizado el disco en mayo del 2015 y comenzó su andadura para buscar el mejor modo de comercializarlo. El músico madrileño no quería que después de tanto trabajo el disco no obtuviera el reconocimiento que se merecía.
Pero, al final, tanta dedicación obtuvo su recompensa cuando Warner Music reconoció el sonido como un éxito y decidió apoyar la publicación. Con esta discográfica que representa a muchos de los artistas que Lucas Colman más admira se ha desarrollado desde el primer momento una excelente relación de trabajo que esperamos que sea el inicio de una larga colaboración.
Además, al más puro estilo de los grandes, las canciones que componen ese disco no son más que las primeras de una maleta llena de apuntes y notas de voz que prometen convertirse en el primer peldaño de una prometedora carrera musical.
