Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Leaving Neverland, y el negocio

Os aseguro que no me estoy tomando este tema a la ligera ni en caliente. Sé que detrás de la pederastia hay mucha gente sufriendo, y lo que menos necesitan es a un puto loco bocazas como yo diciendo que estos dos chavales que salen en el documental son unos farsantes, pero me temo que la vida es más compleja que ponerse de un lado o del otro de la balanza.

El mundo está basado en reglas básicas, que hacen que no seamos animales que nos despellejamos en la calle, o que hacen que una persona sea inocente hasta que se demuestro lo contrario, y, lo siento, pero esta película llena de frases lapidarias que provienen de dos chavales que vivieron con el rey del pop y del que han vivido después (de diferentes maneras, pero esto es así), y sus silencios incomodos, miradas perdidas y tartamudeos preparados, no son para mí ni una prueba palpable de que dicen la verdad (muy distinta a la que dijeron en el juicio, por mucho que ahora pidan perdón) ni algo que va a hacer que oiga música o vea videoclips de Michael Jackson con un nudo en el estómago.

Lo siento, pero me hace falta mucho más para hundir el nombre de alguien, quién sea, en el fango. Muchísimo más que lo que he visto en esta granada en forma de película.

Podéis, y muchos lo hacéis, llamarme muchas cosas, la mayoría ciertas y otras tergiversadas para vuestra facilidad de ataque, pero me voy a quedar con dos que acepto con orgullo y que, de momento, nunca me han fallado: desconfiadoy pesimista. Y sí, sé que las dos también van unidas a la figura del señor Jackson, que era raro hasta decir basta y después todo el día, pero si sumo dos más dos, donde el primer número es lo mediático del asunto, y el segundo que no hay ninguna prueba que dé por seguro nada de lo que dicen los dos protagonistas del documental, pues me sale un cuatro gigante que es idéntico a eso que llaman Ganar Dinero a Costa de un Muerto que Ya No Puede Hablar. Aunque, en este caso, ya habló en su día, en un  juicio donde le probaron inocente, el mismo juicio en el que estos dos “violados” negaron gratis lo que ahora confiesan cobrando.

Desconfía y sé pesimista siempre con la raza humana: ya te digo que nunca falla.

Y este tema, y todo lo que se está montando en las redes al respecto, me está sirviendo para lo mismo que el 8M, el 11S, el 1O y algún número y letra de esos tan de moda que me estoy dejando, y que no es otra cosa que ver de qué pie cojea cada uno e incluso de cuál cojeo yo. Porque vale que todos hemos hecho chistes de Michael Jackson, sobre que si era pederasta y esas cosas que, junto a los chistes machistas, racistas y cualquiera sobre Camela, hemos dicho todos alguna vez, pero de ahí a que de un día para otro hundamos toda una carrera artística intocable solo porque está de moda odiarle, pues dos hombres, ahora y cobrando, dicen que se acostaron con él por todo su rancho y que se hacían mamadas y todo eso sin, ojo y repito, ninguna prueba más que su palabra contra la de un muerto, solo es una prueba más que me hace entender porque somos una especie que no tiene ni sentido ni valor a largo plazo.

Y sí, él reconoció que dormía con niños por las noches, pero se le juzgó y se le está tachando ahora de violar a niños, no por ser un tío más raro que un perro verde y tener la salud mental colgando de un hilo. Que ser un pervertido, que se la come a un niño, es algo muy diferente a ser simplemente un hombre con problemas mentales, que nunca pudo ser niño y estaba más a gusto rodeado de ellos que con los adultos. Pero, en fin, que sabré yo de salud mental, mi mujer solo es enfermera psiquiátrica…

Nos encanta hundir la reputación de los demás solamente por seguir una moda, simplemente porque es más sencillo atacar algo que defenderlo o poner en duda la supuesta verdad usando la lógica y el sentido común, del mismo modo que subimos en un pedestal figuras que ya estaban ahí (como la que se ha liado con Bohemian Rhapsody, que de verdad que es de locos: ¿en serio ahora hace falta poner de moda algo que lo ha estado siempre solo para vender más o ir de culto en las redes? Pero es lo mismo cuando muere alguna leyenda, como Bowie; ¿os suena?), u otras que solo acaban en ese lugar porque la locura es contagiosa (Rosalía… poco más que decir), el querer que la gente te acepte nos lleva como corderos ciegos a decir chorradas sin sentido o citar anormales como si fueran los nuevos mesías. Pero no sé de qué me extraño ni porque me molesta, la verdad, porque en cuanto pasen unos meses da igual si es por una cosa o por la otra, en seguida encontraréis un nuevo pastor al que seguir y ¡adiós ex héroe! ¡Bienvenido nuevo dios!

Y así uuuuna y otra vez.

Ahora toca insultar y manchar el nombre de Michael Jackson porque en la HBO lo dicen dos cualquieras …

Ahora toca insultar y manchar el nombre de Michael Jackson porque en la HBO lo dicen dos cualquieras (uno de ellos creo que ha ganado mucho dinero imitando al rey del pop y cobrando por clases de baile. De nada por el dato), pero el problema es que algún día salpicarán a quién a ti te ofenda de verdad, o incluso a ti o a alguien de tu entorno, y entonces no esperes que esté ahí ayudándote o tratando de defenderte, porque una de las cosas que hay que ser siempre en la vida es consecuente, y si algo vale para él, lo siento, pero también vale para ti ¿No?

Así que seguid creyendo a dos que ahora “dicen” la verdad en lugar de cuando “mintieron” en el juicio, y quemad la presunción de inocencia y lanzaros de boca a ver un documental creyendo que es una lección de vida o la verdad absoluta (que, por cierto, no es así porque el director siempre tergiversa alguna cosa para que su tesis salga ganadora. De nada, de nuevo, por el dato), en lugar de lo que es en realidad: algo con guion, actores, decorados, un mensaje oculto que tratan de meternos a veces sin vaselina, y una meta muy muy clara: que se hable de él y paguemos por verlo.

¿Qué os parece si apagamos la tele y empezamos a pensar por nosotros mismo antes de abrazar lo primero que nos dicen, con voces frágiles, lágrimas de cocodrilo y un sofá carísimo donde acomodan su culo, el primero que se nos pone delante?