Aunque son muchas las novelas históricas que se publican actualmente, hay que decir que no todas consiguen enganchar al gran público. Sin embargo, con La Ciudad (Ediciones B) Luis Zueco es capaz de ofrecernos un increíble thriller histórico. Una novela intensa, con un ritmo trepidante, que estará en las librerías a partir del 2 de noviembre.
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Hay autores que a pesar de haber tenido un gran éxito literario siguen siendo desconocidos para el público en general, y ese es el caso de Luis Zueco (1979).
Después de haber publicado nueve ediciones en un año de su anterior trabajo, El Castillo (Ediciones B, 2015), este autor de Zaragoza, nos ofrece en esta ocasión La Ciudad (Ediciones B).
Aunque ambos libros pertenecen al género de ficción histórica, este último trabajo es considerado por el autor como un thriller histórico lleno de secretos que van a tener a sus lectores enganchados desde las primeras páginas. Historia, misterio, muertes inexplicables, un asedio y un fabuloso escenario. Parecen unos ingredientes fantásticos.
Aunque en sus novelas anteriores, Rojo Amanecer en Lepanto (De librum tremens, 2011), El escalón 33 (Nowtilus, 2012) y Tierra sin Rey (Nowtilus, 2013), se planteaban tramas, más o menos, históricas. Es en estos últimos títulos en los que Luis Zueco ha conseguido una madurez literaria a la altura de maestros del género como Santiago Posteguillo o Ildefonso Falcones.
La historia de La Ciudad se desarrolla a finales del siglo XIII. La antigua taifa musulmana de Albarracín se halla defendida por poderosas murallas e inexpugnables montañas que le permiten permanecer independiente de los poderosos reyes que la cercan y codician poseerla. Hasta que una serie de terribles asesinatos sacude a sus diferentes gremios.
Muertes inexplicables sacarán a reducir los más increíbles secretos que se ocultan en esta ciudad y que pueden cambiar el curso de la historia de los reinos que la rodean e incluso del trono imperial.
Es indudable que Luis Zueco es un autor de escenarios. Tanto en su anterior novela, El Castillo, como en este nuevo título el entorno se convierte en un personaje más de la trama. El autor confiesa que “la elección de Albarracín llego motivada por su singularidad histórica, a mí me gusta siempre buscar escenarios y personajes históricos desconocidos, y que a la vez cuenten con una gran trascendencia. Albarracín fue un señorío independiente, un verdadero estado, hasta que fue conquistado a finales del siglo XIII. Esto es algo que no se conoce y que ofrecía unas posibilidades increíbles para ambientar una novela”.
Además, con esta ciudad como marco se podía situar la historia “en el inicio de la Baja Edad Media, cuando el comercio vuelve a tomar importancia, se crean los famosos gremios medievales, los reyes cristianos comienzan a rebelarse contra el control papal, y de esta manera explicar todo este fabuloso contexto.”
Pero, a pesar de estos detalles, no hay que suponer que nos encontramos ante un tratado de Historia. El verdadero atractivo de La Ciudad es la investigación delictiva, llena de sorpresas. En una atmósfera muy claustrofóbica, algunos personajes buscan una explicación a unas terribles muertes, otros intentan repeler las invasiones, mientras que otros conspiran y algunos simplemente intentan escapar de una muerte segura. La Ciudad es una novela intensa, con un ritmo trepidante.
La trama tiene suspense, misterio, asedios, batallas, religión o magia, todos los ingredientes necesarios para convertir este título en la mejor novela histórica del año.
