La casa del compás de oro, Begoña Valero

La casa del compás de oro / Begoña Valero

Intolerancia

J. Víctor Esteban

Begoña Valero ha construido una historia de amor, de amor por los libros, por el conocimiento y por el trabajo bien hecho. Pero también de amor por la libertad, por la pasión de vivir y las pequeñas cosas que para la inmensa mayoría de nosotros son la parte más grande de nuestra vida.

La Europa del siglo XVI se retorcía desde la base de sus cimientos hasta la cima del poder, enfrentada a sus tradiciones religiosas, científicas y culturales. Un imperio nuevo, los Habsburgo, intentando asentarse con un pie en España, otro en Italia y dos más en Alemania y Flandes, demasiados pies para andar con paso firme. Una nueva religión, el protestantismo, imponiéndose a sangre y fuego sobre la codicia de la jerarquía católica. Una nueva “Imago mundi” construyéndose sobre los esquemas mentales destruidos por españoles y portugueses y sus nuevos mundos repletos de maravillas nunca vistas y ni siquiera soñadas. Y un arma nueva, la más poderosa construida en siglos: la imprenta. Un arma capaz de cambiar las mentes, las costumbres y los prejuicios. Pero también un arma para construir fanáticos, justificar crímenes y potenciar el más terrible de los defectos humanos, la intolerancia.

La casa del compás de oro es una historia de amor. Amor por los libros, por lo que contienen y por cómo lo contienen. Los personajes principales de esta historia no son reyes, ni cardenales ni grandes generales sino, impresores, encuadernadores y comerciantes. Gente pequeña, insignificante, sin retratos de Rubens o Velázquez, pero enamorada de su trabajo y capaz de cambiar el mundo con letras fundidas en plomo y papel satinado con orina. Rembrandt pintará a estos hombres de los gremios, siempre hombres y sólo hombres, que con sus pequeños negocios y su enorme voluntad cambiarán el mundo.

Begoña Valero ha construido un relato sobre la intolerancia sobre los lomos de su mayor enemigo, el libro. No hay mayor enemigo de la intolerancia que el conocimiento, ni mejor arma de la libertad que un libro. Y en esta novela arden los libros que propagan las nuevas ideas pero también los nuevos ideólogos matan a quiénes no las comparten y queman sus libros anticuados. Intolerancia.

Francia, los Países Bajos, España en la lejanía, sirven a la autora para llevarnos a un mundo terrible en el que la religión no sólo salva sino que también asesina a quién busca una salvación distinta. Un mundo muy bien descrito, en mi opinión mejor en la segunda parte de la novela que en la primera mitad, en el que la autora cuenta la historia de España en Flandes con particular maestría. Una buena historia, bien narrada y con personajes que sorprenden hasta el final.

@JVictorEsteban3

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