En los últimos años, coincidiendo con la adquisición de Marvel Entertainment por parte de la multinacional Disney, los personajes más emblemáticos de la compañía han sufrido una evolución radical acorde con la diversidad de la sociedad actual. Los editores intentan que los jóvenes lectores se identifiquen con unos personajes que tienen, en su mayoría, más de cincuenta años de historia.
Los viejos seguidores de las aventuras de estos superhéroes, nos sentimos perdidos ante los numerosos cambios que pueblan las páginas de nuestras colecciones favoritas. Así, los editores de Marvel decidieron aprovechar un paréntesis en el evento marvelita anual, Imperio Secreto, para lanzar una serie de números especiales que enfrentaban a las versiones clásicas de los personajes con sus versiones actuales. Una especie de choque generacional que serviría para comparar y rendir homenaje a la evolución de las principales colecciones de la compañía.
La diversidad sexual y racial de los personajes es fiel reflejo de los cambios que ha sufrido la sociedad norteamericana y, por ende, la mundial. Los personajes tratan de ser fiel reflejo de los nuevos lectores que compran los tebeos. Durante mi adolescencia, a mediados de los ochenta, las lectoras de cómics eran prácticamente inexistentes. Actualmente, como podemos comprobar en cualquier convención, el crecimiento de las lectoras y seguidoras de cómic americano crece exponencialmente.
No obstante, para los que seguimos a estos personajes muchos de los planteamientos rozan, en una primera instancia, el absurdo más mordaz. Por qué digo “en primera instancia”, pues porque muchas colecciones actuales tienen un nivel altísimo comparable a las mejores etapas de nuestros superhéroes.
Pongamos un ejemplo paradigmático: Thor. Cuando surgió el rumor de que nuestro dios nórdico favorito iba a tener una encarnación femenina, muchos de nosotros, me incluyo, nos echamos las manos a la cabeza. Pero el guionista Jason Aaron nos ofreció una de las mejores etapas de la colección contándonos la saga de una mujer capaz de levantar el martillo Mjolnir. También, siguiendo algún efecto narrativo, obra de Brian Michael Bendis, a la postre artífice de los mayores despropósitos de la Marvel actual, Spiderman se ha transformado en un joven afroamericano llamado Mike Morales. O nuestro adorado Capitán América, cuyo escudo anteriormente era portado por un ejemplo del ideal americano, alto y rubio, ahora es interpretado como un afroamericano. En este tomo, que hoy publica, Panini Comics vais a tener diez ejemplos de estos cambios generacionales que enfrentan a personajes de ayer con sus equivalentes del hoy: Hulk, Chica Maravillosa, Lobezno, Thor, Ojo de Halcón, Iron Man, Capitán Marvel, Ms Marvel, Spiderman, Capitán América.
Tenemos que decir que este tomo será satisfactorio para los lectores más fieles de la editorial norteamericana pero un neófito se sentirá perdido ante los radicales cambios a los que se enfrentará en la lectura. Este será el punto de partida sobre el que se va a construir el nuevo macro evento, Legacy, que aglutinará a todas las colecciones Marvel aunque las tramas que suceden son anecdóticas y meramente referenciales.
Sinopsis: Los héroes originales y sus sucesores: Spiderman, Thor, Hulk, Ms. Marvel, Ojo de Halcón, Fénix, Iron Man, Capitán América… Unos y otros se encuentran en el Punto de Fuga, con los mejores autores de Marvel al frente de las historias que conducen a Marvel Legacy.
