El baúl de los recuerdos del 2016

El baúl de los recuerdos del 2016

Comenzamos el año, como muchos de los que han pasado ya, con una gran cantidad de títulos que nos remueven el ansia y agitan nuestras carteras en el bolsillo: Mass Effect Andromeda, Rise & Shine, Horizon: Zero Dawn, Kingdom Hearts 2.8 y un largo etcétera que se irá ampliando conforme avancen los meses.

Mientras tanto, con la lista de todos los videojuegos a los que tuve el placer de dedicar no pocas horas en mano -y con un buen montón de nuevos juegos esperando su turno para este 2017- me gustaría hacer una clasificación de los que destaco por algún motivo en particular. Una pequeña selección que no pretende compararlos, pues hay juegos tremendamente diferentes entre sí que me parecería injusto catalogar con el mismo patrón, sino destacarlos por una virtud en concreto.

El juego que me puso la piel de gallina. Un digno “seguidor” del ya reverenciado Journey. Esta vez en un entorno acuático de la misma sencillez y encanto, acompañado de una banda sonora profundamente emotiva. Se vuelven a repetir momentos sobrecogedoramente bonitos al explorar nuevas áreas e interaccionando con algunas especies, tal y como podíamos hacerlo en Journey con algunas zonas del desierto y las divertidas telas vivientes.

Pokémon Luna/Sol. La historia a la que quiero prestar atención. Probablemente, una de las mejores entregas de toda la saga de Pokémon. Por fin se le da un giro nuevo a la dinámica y a la historia de estos juegos -aunque no rompe tanto con los esquemas establecidos desde sus inicios- consiguiendo que juguemos cada hora pendientes de lo que está sucediendo. Además, la calidad visual desde su salto gráfico al 3D ha mejorado notablemente, y se agradece.

Ambition of Slimes. La sorpresa de 2016. Un juego de estrategia con estética pixel protagonizado por babosas. Ni una historia profunda y rebuscada, ni unos gráficos de última generación, ni mecánicas innovadoras. Solo un grupo de babosas con diferentes habilidades a tu servicio para invadir siniestramente los cuerpos de un puñado de humanos y conquistar sus terrenos.

The Last Guardian. Mi segunda mascota. A pesar de que no consiguió cautivarme de forma tan arrolladora como a tantos de los que llevábamos esperando su lanzamiento desde hacía algunos años, hay una cosa que no se puede negar y es la maravilla que es Trico. Es una de las IA más fieles a sus referentes -mascotas- y que son una evidencia del cariño y cuidado con el que se han creado. El vínculo emocional que se crea con este compañero es casi instantáneo y tremendamente fuerte. 

Y con esto, mis cuatro elegidos de 2016. Desde luego, he disfrutado mucho con el resto de videojuegos que han pasado por mis manos durante este año, pero sin duda éstos poseen un componente especial. Espero, con muchas ganas, que todos los juegos que me depara este 2017 sean, como mínimo, igual de entretenidos.

@InaRin7

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