‘Valhalla Rising’, ascensión hacía lo desconocido

Con esta película, se me ha disparado la dualidad. Es que en esta ocasión, la crítica se ha polarizado mucho.

La cosa es que a priori, tenia muchas ganas de verla. El tráiler me prometía, algo así como un Gladiator pero con vikingos. A ese suculento tráiler, le sumamos a la ecuación, el director de Drive y de Bronson , dos películas indispensables con un gran sello de autor y … ¡Voila!

Todos estos alicientes, me ponían ansioso por ver que me deparaba tal largometraje danés.

Por Odín…

 Siempre es necesario saber de que va una película, para poder, al menos, hacerse una idea. Este film nos traslada a la plena edad media, alrededor del siglo X. El protagonista, el cual es tuerto en mención al dios nórdico Odín luego hablo de esto, es un enigmático guerrero. Con una fuerza sobrehumana, nos da a entender que es un esclavo de los primitivos clanes vikingos. Durante años, es tratado como un mono de feria para luchar por bienes, entre los diferentes clanes. Un día el destino le da la oportunidad de escapar matando a su dueño, consiguiendo así, la libertad. Tras acabar con todo el clan, solo deja vivo a un niño, el cual le sigue ciegamente. Tras subirse a un barco empiezan una aventura por tierras desconocidos, donde el dolor, la miseria y la sangre son las protagonistas.

Apartado poético especial

 Este es en el punto donde la película cobra mucho peso. Desde el primer momento, con la intención de dividir la peli en capítulos y dándoles un titulo a cada uno, entendemos que esto tiene algo más de trasfondo.

Es el mismo director el que juega con la inteligencia del espectador. No son simples imágenes que ocurren sin más. Cada una de las acciones, cada uno de los personaje tiene un doble significante.

Para empezar, el protagonista es una clara postfiguración de Odín. En este punto, ya empieza el director a darte la vuelta al cerebro, porque debes conocer algo sobre este dios nórdico. El prota encarna la sabiduría, la muerte, las decisiones correctas y los hechos frente a las palabras. Además el niño que le acompaña, podría ser Thor, SPOILER por el cual se sacrifica en pro de su futuro.

Otra punto de vista de la película, es el simple manual de cómo poder alcanzar el Valhala. Para ello cada acto que nos muestra la película, es un tutorial vikingo para tener un futuro glorioso. Cosa en la que difiero, pero vaya no soy yo el director.

Más intratextos del film, es la representación agónica de lo que es la vida. Un proceso de nacimiento en el que vives encadenado a una realidad, que cuando logras la libertad te enfrentas a lo desconocido y cuando consigues asimilarlo, llegan creencias y cosas desconocidas que te hacen perturbar tu entendimiento y te obligan a tomar decisiones.

Por la infinidad de significantes, que puedes encontrar en este film, es por donde la película gana.

¡Qué empiece el Ragnarök!

 Lejos de ser una película del montón, lo que nos ofrece el director es digno de mención. Sin una mala película, si que es un trabajo muy personal y demasiado experimental. Enmarcada en un contexto de violencia, hace un uso de lo visceral muy propio del gore. Cosa que le da puntos. En el tema de la dirección, tanto a nivel de localizaciones como de fotografías, se muestra un cuidado exquisito.

Es necesario un poco de sangre en esta crítica, que parezco Pochito. La cosa es que con lo que os he contado en el primer apartado, ya esta la película narrada. Se hace muy escasa en cuando acción. Podría afirmar que solo pasan cuatro cosas; su liberación del clan vikingo, su perdida hacía lo desconocido entre la niebla y la llegada a la tierra santa. Por no mencionar, la gran labor del dialoguista (sarcasmo) que me parece que no enlazan cuatro frases, en ningún momento. Porque en la película, siendo generoso, habrán un total de quince frases.

A eso le sumas, la banda insonora y se te quedan casi dos horas de meditación a sonido ambiente. En este film, no existe una música que acompañe lo ocurrido. En algún punto existe un sonido, que te hace vibrar con la psicología del protagonista y para de contar. Porque si hablamos de las actuaciones, se basan en mirar al infinito, cerrar los ojos y poner cara como si hubieran olido un pedo. Como podéis ver en la siguiente foto: 

¡A tu casa con las Valquirias!

 Asistimos con Valhala Rising, a una rareza argumental. No apta para comer palomitas y quedarse pasivo viendo como la película te viola. En esta ocasión es al revés, debes de estar muy atento a todo lo que ocurre y como ocurre. Es necesario un entendimiento muy sesudo, mitológico e histórico.

De no ser así, la película se hace larga, muy lenta y aparentemente sin que te diga nada, siendo sin más un anuncio turístico de las montañas escocesas.

Para concluir, decir que es un film cargado de significante pero que carecen de una representación correcta, con la que denotar el significado.

No es va a dejar insatisfechos, pero ya os aviso, que no es vikingo todo lo que lleva barba.