La protagonistas celebran el trigésimo aniversario del estreno de la peli en un memorable evento benéfico
Las protagonistas del icónico largometraje de Ridley Scott y debut en pantalla grande por Brad Pitt, celebran el trigésimo aniversario desde el estreno de la película.
Geena Davis y Susana Sarandon se reunieron para una sesión benéfica de Q&A para la Los Angeles Regional Food Bank y The Geena Davis Institute on Gender in Media, llevando camisetas con la escrita “Yo soy su Thelma y ella es mi Louise”. La guionista (en ese momento debutante) Callie Khourie, ganadora a mejor guión original en los Oscar del 1992 por Thelma & Louise, también se unió a la celebración en el Cinespia del Greek Theatre el pasado viernes 18.
Para escribir la historia de las dos protagonistas plasmó sus propias experiencias y las de sus amigas, mientras que en relación a lo que se convirtió en uno de los finales más épicos de Hollywood afirma que lo tuvo claro desde el principio. “Lo pensé de la nada y tuve claro que tenía que ser el cierre”.
Sarandon sobre la misma escena, explicó que el beso fue improvisado por ella. “Simplemente en ese momento sentí que tenían mucha complicidad, se querían, el sol estaba bajando… Solo teníamos una toma porque habían pasado todo el día rodando las escenas de los helicópteros, entre otras. Simplemente sentía que era lo correcto, fue una intuición”
Cuando el film se estrenó en el 1991, dejó el público impresionado no solo por los temas tratados, sino por la manera en la que se trataron.
Fue la primera vez que dos actrices tenían un papel protagonista que no rodaba alrededor de una trama masculina y que de hecho se rebelan a los abusos y a un sistemas machista que las tenía atrapadas y explotadas.
A pesar de esto desafortunadamente no marcó un antes y un después en la equidad de género en la industria del cine estadounidense, que hoy tiene el mismo 29% de protagonistas femeninas en pantalla que hace tres décadas. Sarandon hace unos años dijo: “No hubo epifanía entre los estudios porque ni les interesó. Y eso que el film ganó un montón de dinero” advirtiendo que queda mucho por avanzar. Mientras que Geena Davis se hastió tanto de los abusos que terminó fundando en 2004 el antes mencionado Institute on Gender in Media, organización pionera en investigar la representación de género en los medios y la representación equitativa de las mujeres.
Basta pensar que algunas críticas de la época afirmaban que el film era “degradante para los hombres”, “más preocupado por la venganza y la violencia que por los valores feministas” (Los Angeles Times), o hasta “una historia misógina sobre mujeres increíblemente tontas que pierden lo que queda de su razón bajo presión y sufren el castigo final” (New York Post).
A pesar de esto fue el principio de una revolución feminista y la misma Davis afirmó en la alfombra roja del aniversario: “La reacción de las mujeres fue tan fuerte y nada comparable a lo que estaba acostumbrada a ver. Ésto me hizo reflexionar cuantas pocas oportunidades tienen las mujeres de salir de un cine sintiéndose empowered por un personaje femenino”
Lo que sí no ha cambiado, y esta vez en positivo, es la acogida del público reflejada en los aplausos y entusiasmo de los espectadores presentes al pase conmemorativo en el drive in.
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