PROGRAMACIÓN

El teatro gran protagonista de las fiestas del 2 de mayo de San Lorenzo de El Escorial

La puerta de al lado y Cartas de amor se estrenarán los días 31 de abril y 1 de mayo.

La puerta de al lado, dirigida por Sergio Peris-Mencheta y protagonizada por Silvia Marsó y Pablo Chiapella, y Cartas de amor, interpretada por Julia Gutiérrez Caba y a Miguel Rellán bajo la dirección de David Serrano se estrenarán los días 31 de abril y 1 de mayo.

El domingo 30 de mayo Sergio Peris-Mencheta dirige La puerta de al lado, una comedia en la que dos solteros en plena crisis de los 40 aspiran encontrar su media naranja. Escrita con exquisita audacia por el nieto del psicoanalista francés Jacques Lacan, Fabrice Roger Lacan retrata la falta de conexión real con uno y con el otro en una sociedad cada vez más virtual.

Son vecinos puerta con puerta y se detestan cordialmente. Ella es una psicóloga, poco dada a lo social y de mente cuadriculada. Él es jefe de marketing en una empresa de yogures, fiestero y de espíritu rotundamente hedonista. Todo les separa, y como es de esperar, todo les va a acercar. Dos solteros en plena crisis que, como miles de urbanitas perdidos en la ciudad, se sumergen en internet, donde exploran sus posibilidades de encontrar su media naranja; alguien, por supuesto, que estuviera en las antípodas del personaje infernal con el que comparten descansillo.

El lunes 1 de mayo será el turno de Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán que interpretan a los personajes de Cartas de amor. La obra se centra en dos personajes: Melissa Gardner y Andrew Makepeace Ladd III, que se leen el uno al otro las notas, cartas y postales en las que, durante casi cincuenta años, se han contado las esperanzas, ambiciones, sueños, decepciones, victorias y fracasos que han tenido a lo largo de su vida.

Cuando el dramaturgo A. R. Gurney empezó a crear Cartas de amor tenía la intención de escribir un libro. Envió el manuscrito a The New Yorker, pero se lo devolvieron de inmediato diciendo: “Nosotros no publicamos teatro”. Así que, siguiendo el consejo de la revista, Gurney decidió intentar reescribirlo como una obra de teatro para dos personas en la que dos actores se leían una serie de cartas mutuamente. Lo que difícilmente podría imaginar A. R. Gurney es que esa pequeña obra se convertiría en finalista de los Premios Pulitzer y en el mayor éxito de toda su carrera. Y es que Cartas de amor es treinta años después de su escritura un auténtico clásico moderno que sigue siendo representado hoy en día en teatros de todo el mundo.