Regálate un rato de risas y viaja por el mar sin necesidad de camarote
Hay ganas de agua con el verano ya encaminado, ola de calor por aquí y por allí, y ganas también de reírse dos días después de haber asistido a ¡Splash! de la compañía Yllana en el Teatro Bellas Artes.
Muchas ganas de hablar no, la verdad es que en el escenario no se habla, porque al trío le sobran y bastan la complicidad del público para que la sala estalle en risas por las hilarantes situaciones a las que te arrastran. Pero el chapuzón de risas es un no parar, desde que empiezas de marinero hasta que acabas de pato de feria. Porque la transformación mental da para mucho, aunque no lo parezca, y lo acabas intuyendo sin esfuerzos, casi deseando estar allí donde te llevan.
El misterio de los calcetines se descubrirá al final del espectáculo (ah, se siente, no hay espóiler), la cuarta pared se rompe con los cócteles y la imaginación vuela con el remolino de plumas en el idilio pajarero.
Y desde luego, para los que todavía no han ido a la orilla del mar este verano, la compañía Yllana te acerca lo más posible al crucero de tus sueños, con el capitán de Vacaciones en el Mar incluido en el paquete, sin faltar la parodia a esos shows que tanto amenizan los hoteles de la costa española y transatlánticos atiborrados de viajeros hambrientos de bailoteo y turisteo.
Vamos, que lo que menos que vas a pensar es que estás en una sala de teatro, con el asfalto abrasador de Madrid fuera, porque en realidad has volado a un tejado con pájaros, te has metido en un barco de ocho plantas por lo menos, has barrido la cubierta y antes has hecho autoestop para llegar al barco de tus sueños.
Porque en tus sueños está y lo sientes, aunque no lo veas ahí. Y esa es la magia de los tres grumetes, del capitán, del cantante, de los pájaros amodorrados y enamorados, del barman y hasta de Superman volando en horizontal.
Por mucho que digan que es una obra infantil, más bien había pocos menores en el patio de butacas, y muchos más adultos con ganas de reírse como niños y sin cortapisas.
Vamos, que ahí puedes mandar a tu peor enemigo para refrescarle el carácter y limar asperezas de la vida cotidiana. ¡Splash! es, sin duda, una paradita obligada en el Bellas Artes para dar el verano por inaugurado porque, si no te ríes en esta vida, ¿lo podrás hacer en la siguiente?
¡Splash! – Teatro Bellas Artes (Madrid) hasta el 19 de julio.