SDH, el trance ancestral

El misterio que envuelve a una banda como SDH, empieza desde el momento en el que para ver uno de sus conciertos, tienes que subir al tercer piso de un centro cultural y descubrir una sala tan pequeña como el comedor de mi casa, no creo que cupieran más de 50 personas en el lugar.

Con un aforo realmente reducido y un plantel de sillas repartidas por el discreto espacio, Andrea y Sergi hacían gala de su agradecimiento bajando a saludar a algunos de los amigos que se acercaron a verlos.

Mediante un telón de fondo sobre el que había una única proyección de una cara, Sergi se pone a los mandos de la mesa, mientras Andrea comienza a entrar en su peculiar estado de psicomotricidad abducida provocada por la música y la tensión del directo.

A partir de ese momento, mientras dejaban caer algunas de las perlas más imprescindibles de su disco debut y su posterior ep e incluso regalándose con un tema inédito, el trance hipnótico de la voz y los bailes de Andrea sumados a las habilidades sonoras y rítmicas de Sergi, hicieron que el público se pusiera en pie en más de una ocasión, tanto para aplaudir como para bailar al más puro estilo rave, logrando así una comunión entre música, estética, baile y estado de abstracción, absolutamente arrebatadora y mística.

Andrea es puro magnetismo, una figura embrujadora, ancestral y pura totalmente rendida a los placeres musicales de un Sergi concentrado y esclavizado a un teclado del que salían esas pulsiones electrónicas directas a la musculatura de nuestros cuerpos empapados en pasión y sudor, aunque el sudor fuera irreal, esa era la sensación.

Ver a SDH es una experiencia única, prácticamente ritualista, una realidad alterada en la que el baile, la voz y la música maridan a la perfección con los aspavientos de Andrea.

Movimientos que recuerdan a bailes tribales, ancestrales, a interpretaciones concienzudas reflejadas en coreografías que traspasan el mero entretenimiento para adentrarse en los dominios del delirio y el trance.

Algo que descrito así puede sonar pedante o incluso demasiado grande para una banda tan pequeña y humilde, pero el potencial que tiene SDH en directo es tan grande, que cualquier cosa que diga de ellos se queda pequeña.

+ Info: SDH / ATENEU L’HARMONIA / BARCELONA / 5 EUROS

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