Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Reseñas de libros que nunca leeré: “Adriana Lastra, seis meses para la historia”

A diferencia de otras Reseñas de Libros que nunca leeré, esta no está escrita desde el desprecio o esos pegajosos sentimientos de engaño y estafa. No. Esta reseña la escribo desde la más clamorosa de las envidias, pues llegar tan alto en una carrera (la política, aunque no lo parezca, está al mismo nivel de carrera que la medicina o la abogacía) a base de demostrar día tras día una incompetencia digna del comatoso más profundo de ala de cuidados intensivos más abandonada de las profundidades del Congo, ¡por Dios!, no me cansaría nunca de aplaudir.

Vale que seguramente este conjunto de intervenciones pregonadas en el Congreso por parte de Adriana Lastra no estén siquiera escritas por ella, y que estoy seguro que ni supo leerlos correctamente en su momento, pero nadie se pondrá en mi contra si digo que hay que tener un valor inmenso, un amor propio descomunal y unas ganas horrorosas de hacer el ridículo sobre manera para sacar al mercado este libro y, al rato, no enrojecer por la vergüenza más extrema.

Porque sí, en este momento nuestra clase política es igual de útil que tener metido un sacacorchos en el culo (y es igual de molesta), pero que de entre todos el PSOE decida sacar algo con el nombre de esta mujer en la portada sin llevar adjuntas unas ceras para colorear, de verdad que es para quitarse el sombrero.

Así que lo admito, con todas las letras: ¡muero de envidia por Adriana Lastra!

Siento envidia de una mujer tan empoderada; una mujer que viste libre como un pájaro (con la misma vista que un búho, para ser exactos) y se pavonea como la peor de las palomas de ciudad; una mujer que sin parar llena su boca de promesas de libertad y democracia perteneciendo a un partido con los ERE y los GAL a sus espaldas y que ha llevado a un país a tener más de 4 millones de parados; una mujer, ¡joder!, que es capaz de decirnos un día que hay que hacer caso a lo que aconseja sanidad y al otro fuma junto a otro experto en los callejones que rodean el congreso.

Madre mía… como la envidio. A ella y a sus ventas.

Hay libros que nunca leeré porque sé que me estafarán o cuyos temas simplemente aborrezco casi tanto como a sus autores, pero en el caso del de Adriana Lastra (que no leerá ni ella porque no creo que sepa hacerlo sin que todas las letras sean mayúsculas) no lo haré por simple envidia.

No creo que pudiera volver a dormir si en mi cabeza retumbasen las “palabras” más extrañamente publicadas de la historia de la humanidad, muy, muy, MUY por debajo de aquel libro que lo petó en Sant Jordi llamado Ambiciones y Reflexiones de una tal Belén Esteban.

Al menos esta última seguro que decía muchas verdades en su libro, pero nunca he sido muy fan de la fantasía: ¿y qué es sino ficción cualquier cosa que un alto mando del actual PSOE dice en el Congreso?