‘PRIMAL’, una joya de Adult Swim ahora en HBO

Enero ha sido un coñazo… Largo, frío y áspero; casi parece una mala metáfora de una barra de hierro acariciándonos el lomo. Sin embargo, no todo es bueno lo que bien se inicia, y HBO España nos trae en febrero una buena parte del catálogo de Adult Swim para su plataforma. Un cofre pirata lleno de oro y sangre para nuestro disfrute, y en el que podemos encontrar una joya muy especial.

Adult Swim es irreverente ¿Tenemos claro eso?

Es a dos bandas la cama y el hospital donde se gestaron obras como Robot Chicken y la genial Rick y Morty. Y os aseguro que, dentro de esa lasaña de mala leche y tropezones gruesos como puños, aún quedan pequeñas joyas de sal gruesa como Metalocalypse y Mr Pickles: la primera las andanzas de una banda de Death Metal (cuya banda sonora es puro deleite) que ha conseguido tanta fama que se puede considerar una potencia en si misma, y la segunda las del anticristo con forma del perrito de una feliz familia americana en la que solo el abuelo (al que todos toman por loco) sabe de la verdadera naturaleza del adorado can.

Sexo, violencia, lenguaje obsceno y unos chistes que harían ruborizarse a una prostituta del siglo XV. Solo en HBO España podríamos ver algo tan desinhibido y bruto sin ningún tipo de tapujos. Aviso a Padres: los dibus no son siempre para niños.  

Entre todo ese sarao en el que el ponche lleva proteínas de más, nos ha llegado una de las series más COLOSALES (En mayúsculas, subrayado y negrita; y me quedo corto) que he tenido el placer de ver. PRIMAL, de la mano de Genndy Tartakovsky.

Si el autor no te suena, deberías saber que es la cabeza pensante de series infantiles como pueden ser El laboratorio de Dexter, la trilogía Hotel Transylvania y cosas más adultas como Samurai Jack. De todo lo que ha hecho, PRIMAL es sin duda su obra maestra. ¿Y hasta que punto podemos tratar como tal a una serie de animación? A eso voy.

La historia de PRIMAL

PRIMAL nos narra un ficticio punto en el que un cavernícola y dinosaurio deben cooperar para sobrevivir en un mundo hostil. Esa es la sinopsis y no necesitas más.

¿Cómo se trata dicho argumento? Pues para empezar hablamos de una serie muda. Aquí no hay una sola palabra y, sin embargo, la serie está llena de diálogos. Se hacen a través de los actos de los protagonistas, de las miradas, de los gritos de furia y de terror.

Se interpreta la pose de un hombre que espera paciente con su lanza a que pase su presa. Del dinosaurio que dormita intranquilo por que cualquier ser puede aprovechar su debilidad para convertirlo en su cena. Son diálogos sin más lenguaje que el del instinto de cazador y el de la presa. Supervivencia como máximo exponente.

Una animación cruda

La animación es como la serie; bruta y cruel. La sangre nunca abunda, y se usa como recurso para intimidar al espectador dentro de los designios marcados por una naturaleza horriblemente peligrosa.

Los dibujos son toscos, pero sin olvidar el arte que los encierra. Saben jugar con los momentos para dotarlos de una epicidad sin precedente: y es que sí. PRIMAL es épica, desde principio a fin. Lo es cuando nuestro humano carga contra monstruos que le superan en tamaño. Lo es cuando el dinosaurio no quiere compartir su comida con su compañero homínido.

Y dentro de ese contexto, PRIMAL se desenvuelve como una buddy movie de compañeros ligados por las circunstancias, y entre ambos hay carisma y química. Otra vez más, sin necesitar ni una sola palabra para ello.

Lo he repetido dos veces, y ahora lo haré una tercera. PRIMAL no necesita palabras, textos o diálogos para contarnos su historia. Está tan bien narrada que no necesitarás nada de eso para entender las bromas (pocas, pero las hay), los momentos más tiernos o los más temerosos. Todo el argumento, y el conflicto evolutivo entre ambos personajes se narra por las pequeñas acciones. Gestos pequeños que nos dan interpretaciones claras.

¿Significa esto que hay que PRIMAL es una de esas series ultra sesudas? En absoluto; Los capítulos son cortos y claros en su discurso. Sumamente entretenidos. ¿No me crees? Abre tu plataforma de HBO, pon el principio del primer capítulo, y descubre por ti mismo que han pasado dos horas antes de darte cuenta.