Las 15 pelis favoritas de 2023

Este 2023 ha sido un año extraño. Para empezar mi paso por el Festival de Sitges ha sido demasiado breve, tan solo un par de días, y para continuar, no hemos tenido el mejor año de cine comercial que se diga.

Grandezas como las de ScorseseNolan o Scott no han llegado a recaer en la lista. Por mucho que me hayan gustado, creo que  ninguna de ellas está a la altura de lo que la triada ha ofrecido en el pasado con películas similares, aunque admito que la excesiva epopeya cinematográfica de Chazelle ha estado a punto de subirse a lista por lo arriesgado de la propuesta.

Por el contrario, sí que hemos podido disfrutar de algún que otro logro destacable en el apartado independiente y sobre todo en el sector encarado al terror, donde el género ha vuelto a aportar lo mejor del año. En el término medio, películas de estudio de bajo presupuesto, también hemos tenido alegrías destacables.

Un sector cada vez más en auge en el que los estudios pueden invertir pequeñas cantidades y sacar rendimientos astronómicos en taquilla como ha ocurrido este año con la australiana Talk To Me, otra que no ha entrado en la lista, pero he de admitir que por los pelos.

No voy a negar que sucumbí al efecto Barbie, pero siendo una película que disfruté bastante, tampoco ha conseguido encaramarse a mis 15 puestos de la lista de favoritos, sí, este año he incluido dos posiciones más ya que me era imposible hacerlo de otra manera. Y os preguntaréis, ¿y qué narices ha escogido este friki para su lista?… pues pasad y leed, que esta es mi lista.

La nueva película de Ali Abbasi (Shelley, Border), es un thriller cargado de crudeza, intriga, investigación, violencia machista y violencia religiosa, pero sobre todo, cargado de realidad, tanto en la manera de dirigir, como en la manera de plasmar los hechos. Hay gente que la compara con el Zodiac de Fincher, pero para mí, no se parecen en nada. El carácter casi documentalista de Abbasi y la crudeza de sus asesinatos, nada estéticos o estilísticos, la separan radicalmente del marcado estilo de Fincher de la misma manera que se desplaza en la manera de dirigir. Basada en los asesinatos cometidos sobre mujeres a principios de los 2000 por un asesino serial iraní escudado en la religión, Holy Spider habla en boca de la periodista que arriesgó su propia vida para atraparlo.

Por si alguien pensaba que Shyamalan no podía ir más lejos en sus delirios apocalípticos, aquí está Knock At The Cabin para llevarle la contraria. Otra joya más a añadir a la lista de uno de los mejores contadores de historias que ha dado el cine moderno. Barata, minimalista, intensa, misteriosa, rocambolesca y sorpresiva, el nuevo artefacto del cineasta que se encumbró con El Sexto Sentido no es para todo el mundo, pero sí que es lo que sus fans esperan de él. Acomodado en ese presupuesto medio de estudios que le ofrece la libertad que necesita tanto a la hora de realizar los proyectos que quiere como para contarlos de la manera que quiere, me alegra mucho saber que con este método Shyamalan está siendo capaz de facturar prácticamente una película por año con una calidad notable. 

The Reading es una de las películas más crueles, desbocadas, duras, grotescas y sádicas que he visto este año. Admito que al principio parece que estamos ante el clásico home invasion con venganza venidera, pero la finalidad de Glaude no es esa, su finalidad es mucho más terrorífica y retorcida. La película se despliega del todo en una sesión de espiritismo que la protagonista hace en su casa para contactar con sus seres queridos. Ver a Mo’Nique en un nivel interpretativo tan diferente, complejo y desatado es una maravilla que hay que verla para creerla. Esos monólogos eternos que tiene consigo misma son impresionantes y perturbadores a partes iguales. Como curiosidad apuntar que hay un guiño directo a Ghost (1990) pero es casi  imperceptible, ¿lo has encontrado?.

Convertida en la ganadora del Festival de Sitges 2023 y siendo la segunda película de Demián RugnaCuando Acecha La Maldad es un filme mucho más serio, complejo y perturbador que su sonada Aterrados. Sin conseguir que Aterrados me pareciera una película tan destacable como se comentó, su nuevo artefacto terrorífico, cambia el tono, la temática y se desplaza conscientemente de su laureado debut, para ofrecer algo mucho más seco e incómodo. Rugna nos regala una película realmente terrorífica, histérica, excesiva y prácticamente inexplicable. 

El pase / preestreno de Renfield en el Phenomena de Barcelona fue una fiesta a la altura de las expectativas. Aplausos, vítores y carcajadas es lo que pide la película de Chris Mckay. Una revisión del mito de Drácula trasladado a la edad actual (sin olvidarse nunca de las referencias) y llevado al terreno de las relaciones tóxicas. Que las majors como la Universal estén apostando tan fuerte por productos de presupuestos medios tan gamberros, sangrientos y explícitos como Renfield es un triunfo enorme para el cine género. Del Drácula de Nic Cage no voy a decir nada más que está over-the-top. Como dato negativo diré que la utilización de la sangre digital, afea el producto sin que por ello deje de ser muy disfrutable. 

No me ha gustado que hayan trasladado la entidad maligna a un edificio en ruinas de Los Ángeles, no me ha gustado que no esté relacionada con la primera y tampoco me han gustado algunos altibajos que tiene. Pero hay que admitir que la película de Cronin es excesiva (en el buen sentido) en varios aspectos, y eso sí que me ha gustado. El gore es brutal, y me encanta cómo el guión no tiene miramientos con los niños y la brutalidad explícita (emocional y física) a la que se les somete. La (sobre) actuación de Alyssa Sutherland y todo el tramo final en el parking también valen su peso en oro. Una gran película de terror pero que no se acerca a la maravilla que es la primera. Sé que no es correcto compararlas, pero siendo una secuela (o eso entiendo yo) no le queda otra. Eso sí, hay que seguir aplaudiendo ese desfase gore en películas medianas, parece que las majors han visto el filón.

El trío maravillas vuelve a dar el do de pecho con este thriller de acción, cargado de humor negro, ironía extrema, la sangre justa y necesaria y un empaque perfecto. Un grupo de jóvenes activistas se cuela en una gran superficie para dejar clara su posición en contra de la deforestación extrema que sufren los bosques y el hábitat de los animales. Pero no están solos, el guardia de seguridad es un loco de la supervivencia en situaciones extremas y encontrará el aliciente perfecto en darles caza durante la noche. Tres de tres es una media de la que no todo el mundo puede presumir. Llámalo slasher retorcido, survival urbano o simplemente thriller de comedia, todo vale para la genialidad de RKSS.

Cobweb funciona a base de construir una atmósfera extraña y siniestra durante la primera hora, para explotar en unos 20 minutos finales de escándalo. Una de las pequeñas joyas de terror de este año firmada de manera independiente, con muy pocos recursos económicos y que ha pasado de la manera más humilde y olvidable por las salas de cine. El error ha sido no estrenarla para Halloween ya que su historia ocurre en esas fechas y su temática se presta (¿en pleno Agosto en cines, en serio?), y darle esa pátina mainstream resaltando en su cartel que era una película de los productores de IT. Pero como ocurre a veces dentro del circuito fandom del terror, esto se ha convertido en un humilde hit dentro del under terrorífico. 

Después de pasar una tarde de los más entretenida con Ghostface en el metro de Nueva York, llevando esta séptima entrega a la urbe de la gran manzana como novedad, mi ranking final sobre las películas del asesino con la máscara fantasmagórica queda de la siguiente manera. Lo digo para ir dejando claras mis preferencias con el reboot de la saga. Lista de más a menos. Scream (1996), Scream (2022), Scream VI,Scream 2Scream 4 y finalmente Scream 3.

Un documental imprescindible como elemento complementario a la gira de El Madrileño, y como testigo inalterable de esa ambición desmedida de Antón en la que lo único que importa es la visión artística del protagonista. Con los números en rojo e incontables sold-outs, los shows de El Madrileño se convirtieron para Tangana y su equipo en su peor pesadilla y, a la vez, en el mayor sueño cumplido por un artista nacional. La evolución artística de un genio capaz de construir en su cabeza una de las giras más ambiciosas jamás vistas, y las consecuencias económicas que suponen ir a ciegas y a muerte con el proyecto del artista más ambicioso del momento. No quiero ni pensar qué nos tendrá preparado Antón para su próxima odisea musical.

Tomando el relevo del Vermut de MantícoraMaqueda nos dibuja una fotografía de la pederastia bastante más retorcida y enferma que la del director de Magical Girl, aunque sin superarla. Donde la de Vermut daba de lleno en una posible realidad incómoda y de la que nadie quiere saber nada ni hablar de ello, la de Maqueda nos traslada a una posibilidad bastante menos plausible. Su carácter de autor, bastante etéreo por momentos, tampoco ayuda demasiado al agradable visionado, pero si llegas hasta el final, sabiendo que esto podría haber sido un mediometraje bastante más solvente, no dejará de sorprenderte. Es tan fuerte e impactante su planteamiento y desarrollo, que se puede permitir jugar al cine de autor sin mayor problema.

Maravilla de kilates si te gusta la explotación italiana de mediados de los 80 que tenía como referencia El Exorcista de Friedkin. Si hace unos años Corin Hardy dio la campanada con The Nunn, ahora le toca el turno a Julius Avery y su Exorcista del Papa. Y no, The Nunn 2 no ha entrado en mi lista ni de lejos. Ocurriendo toda en España y tomando como base un personaje real de la historia de la iglesia católica para ficcionarlo a su antojo, sería un pecado mortal no verla en versión original y perderse el trabajazo de Russell Crowe con su socarronería extrema y su delicioso acento italiano. El padre Gabriel Amorth era italiano y Russell Crowe se empapa hasta las trancas del idioma y del acento para crear un personaje histriónico, gracioso y carismático a más no poder. Por otro lado, su tramo final es pura maravilla épica.

Nominada a cuatro Goyas y viniendo de Cannes como una de las grandes triunfadoras, la película escrita, dirigida y protagonizada por Elena Martín Gimeno es el tratado sobre el deseo femenino más valiente, incómodo y profundo que he visto nunca. Tomando temas tan esquivos como la expresión sexual en l@s niñ@s, el deseo en l@s adolescentes y las relaciones sexuales en la edad adulta, Creatura es de esas películas que crecen sobremanera en los días siguientes a su visionado, te cuestionan sobre tu propia gestión del deseo sexual y te reestruturan algunas de tus ideas preconcecidas. Cine importante, necesario y edificante. Joya de kilates. Le deseo todo el reconocimiento que se merece y que los Goya se den cuenta de ello.

Después de su paso por Sitges con resultados bastante tibios, el montaje original de 156 minutos al parecer no es del agrado de todos, la versión comercial que se ha estrenado para cines se ajusta a los 120 minutos para ofrecer una de las historias de redención y venganza más bien paridas de los últimos años. Con mucho de la ultra violencia gratuita noventera y ese poso entre road-movie y western que le sienta a las mil maravillas, God Is A Bullet es tan disparatada como eficaz. Su banda sonora, su montaje y, por supuesto, esa pareja protagonista que echa chispas en pantalla gracias a una química casi palpable, hacen de ella una rara avis tan preciosa como brutal. Maika Monroe está descomunal y Coster-Waldau a la altura de las circunstancias. Por cierto, tiene uno de los finales más redondos de la historia. Lo siento, pero no puedo estar más enamorado de ella.

Brandon Cronenberg elevando su propio juego y superando a su padre y mentor (al menos al de los últimos años). Exponiendo una calidad tras las cámaras cada vez más evidente, de la misma manera que lo es su sello personal, más presente y más contundente, Infinity Pool es la tercera gran ida de olla del canadiense no apta para todos los públicos. Volviendo a los mismos temas, esas relaciones autodestructivas, tormentosas, violentas e insanas, su obsesión con la tecnología y sobretodo, las adicciones y la perdición, Infinity Pool me ha recordado tanto al Inseparables de su padre, como a la Carretera Perdida de Lynch, aunque aquí la crítica estética, de clases y capitalista es tan extrema y realista que asusta. Brandon no copia a nadie, pero su marcado estilo viene de donde viene, y eso es innegable.