‘La Peregrina de Isabel’ San Sebastián

La aventura que abrió el Camino de Santiago 

por Charo Sardina

Isabel San Sebastián nos brinda una deliciosa historia en La Peregrina, una aventura en los albores del Camino de Santiago, en la que bajo el manto de la religión, se enmarca un grito a la libertad.

La historia transcurre en el año 827 bajo el reinado de Alfonso II el Casto. El rey astur recibe la noticia de que en un bosque cercano a Iria Falvia, allá donde termina el mundo, en el finis terrae de Occidente, se ha hallado el sepulcro del apóstol Santiago.  La comitiva real se pone en marcha para verificar el hallazgo y con ella va una dama de la corte, Alana, que narra en primera persona los avatares que los van enredando por el arriesgado camino que van abriendo como la primera ruta jacobea.  

Alana es una viuda respetable que se ha enrolado en la aventura no por saber si la tumba encontrada es del apóstol. Eso no le importa demasiado, sino porque tiene la esperanza de encontrar a su hijo desaparecido.

En la comitiva marchan nobles, hombres de la iglesia, soldados, siervos del rey y, por supuesto, cautivos. Y hasta una doncella cuyo padre quiere emparentar con el monarca, camina en el viaje inaugural del Camino de Santiago. Durante los días que se prolonga la marcha se descubren grandes secretos, amores inconfesables, traiciones, intrigas… Nada falta en una historia magistralmente narrada por su autora.

Alana, la también protagonista de La visigoda, va recogiendo en un pergamino un viaje fascinante no exento de peligros y vicisitudes que encantarán al lector amante de la novela histórica. Un relato en el que no solo recoge lo que les acontece sino en el que también plasma sus pensamientos y deseos, muchos de ellos inconfesables. Así encontramos en la narradora de esta historia una rebeldía digna de otro tiempo futuro muy alejado del suyo pero que nos hermana pese a los 1200 años transcurridos.

Además de lo entretenida que resulta La Peregrina, Isabel San Sebastián explica al principio del libro, en la Nota de la Autora, los datos que dan fe de muchos de los hechos que se describen en la novela. Asimismo, al final hay una serie de anotaciones que ayudan al lector a comprender algunos pasajes de la historia, que explican tradiciones, recuerdan hazañas… Sin duda, un gran complemento para esta novela que cabalga entre la realidad y la ficción a lomos de un caballo blanco, el del apóstol Santiago. 

Más contenido en YB