por Ester C. Murillo
El escritor noruego Jo Nesbø (Oslo, 1960) aterrizó en Madrid para presentar su última novela, Cuchillo (Reservoir Books), la decimosegunda de la saga protagonizada por el detective Harry Hole y para participar en la nueva edición del Getafe Negro.
La presentación tuvo lugar en la sala de conferencias de un céntrico hotel una mañana soleada. Jo Nesbø entró en escena campechano y carismático; pero sin ningún tipo de pretensión.
Acabados los chascarrillos de rigor sobre la gran diferencia que supone el otoño en Oslo y en Madrid, comenzó la presentación de Cuchillo. El alcohólico y atormentado detective Harry Hole, siempre rozando el abismo, se encuentra en esta nueva entrega lejos de estar bien (todo lo bien que puede estar él, claro está).
A sus problemas con la bebida, se le suman nuevos conflictos laborales y sentimentales; y para más inri, un peligroso asesino en serie al que capturó hace años ha quedado en libertad. ¿Podrá Harry Hole recuperar las riendas de su vida y salir de la desagradable situación en la que se ha visto envuelto? ¿Podrá salir ileso de allí?
Por su parte, Jo Nesbø iba bebiendo a sorbitos el café con leche de su taza mientras sonreía cálidamente a todos los presentes al empezar el turno de preguntas. Hablaba sin tapujos sobre el terrorismo, la violencia y la libertad del individuo en nuestros días.
Y mientras él continuaba respondiendo preguntas, yo no podía evitar preguntarme cómo este hombre con esta pinta tan absolutamente normal, podía escribir sobre temas tan truculentos; me lo imaginaba leyendo en su casa o reparando la tubería del fregadero de la cocina antes de sentarse a escribir sobre asesinatos en serie, políticos corruptos y policías a la deriva.
Todavía es pronto para saber que será del pobre detective al que ya solamente le falta poner un circo para que le crezcan los enanos, pues llevo leídas pocas páginas; pero de lo que sí estoy segura es que el bueno de Harry está a punto de meterse en un follón de los gordos. ¿Te animas?
