IMMACULATE, sin pecado concebida

Quizás sea solo mi experiencia, pero creo que ir al cine se ha convertido en mi nuevo ritual religioso de mediodía. La verdad que no coincide los domingo, pero sin duda es una tarea que hago de muy buena fe.

Así es como comenzamos la semana, viendo esta película que, estoy seguro, encontrará su pequeño nicho de seguidores de los sustos fáciles en Amazon Prime o en cualquier plataforma que la distribuya. Spoiler: no es mi caso.

Immaculate solo tenía el atractivo de ver a Álvaro Morte (el Profesor en La Casa de Papel) en uno de sus primeros roles internacionales. Aparte de eso, mejor que Dios nos asista. No ha sido un desastre divino, pero definitivamente alguien en la producción debería rezar algunas oraciones.

Ave María purísima

 Para que sepáis que nos cuenta, esta sería la historia.

Cecilia es una joven estadounidense que decide emprender un viaje transformador hacia la remota campiña italiana, donde se incorpora como novicia en un antiguo convento. Con el corazón lleno de fe y esperanza, Cecilia busca profundizar en su espiritualidad y dedicarse a una vida de servicio religioso. A su llegada, es acogida por el Padre Sal Tedeschi, quien se convierte en su guía y mentor, presentándole las rigurosas rutinas y prácticas espirituales que definen la vida dentro del convento.

La tranquilidad y devoción de Cecilia se ven abruptamente sacudidas cuando descubre que está embarazada. Este hecho desconcertante se torna aún más misterioso al considerar que Cecilia ha mantenido su voto de castidad, lo que inicialmente sugiere la posibilidad de un milagro divino.

Sin embargo, la realidad es mucho más oscura. A medida que Cecilia intenta desentrañar la verdad detrás de su inexplicable embarazo, se topa con un siniestro secreto bien guardado dentro de los muros del convento.

Ruega por nosotros espectadores

La cosa es que esta película me ha dado lástima. No por lo que me ha enseñado o me ha querido contar, lo cual me ha parecido bastante plano y previsible.

Me ha sabido mal, ya que la historia en su esencia tenía mucho gancho y miga de donde desgranar, pudiendo conseguir con ello un impacto y un punto polémico debido a los temas que se estaban tocando.

Al poco tiempo de plantearte el contexto, la película comete el error de no saber construir cosas más atractivas, que a pesar a su ficción te ayuden a conectar con la “verdad”.

En otras palabras, la historia que cuenta mola más que la forma en que está contada. Si yo te digo, ALERTA SPOILER, una película donde los curas experimentan con las monjas vírgenes y el ADN de las antiguas reliquias, para gestar a un nuevo salvador. ¡Wow! Suena potente ¿verdad? En eso se queda, porque luego solo ensucian la historia con momentos llenos de sangre innecesaria, sustos previsibles e interpretaciones mediocres.

Estructura clásica, de protagonista engañada, empoderada a la fuerza y luego ser una supermujer capaz de romper aguas, estrangular a un hombre que le saca dos cuerpos, correr después de que le marquen la suela del pie a fuego, recibir doscientos golpes, recuerdo que ha roto aguas, prenderle fuego al villano, huir, escalar, recibir una paliza, que le corten la barriga con un bisturí, salir reptando de una cueva y el broche final, dar a luz y cortarse el cordón umbilical a bocados.

A ver, siempre digo que hay que dar pie a la ficción, pero dentro de unos límites que el espectador también tiene que empatizar.

El Señor este conmigo  

 No es ningún acto de fe, pero admito que ha habido cosas que me han gustado, a pesar de ser un ejercicio vago de querer infligir temor en el espectador.

Tengo que decir que la banda sonora me ha gustado bastante, usando coros eclesiásticos como hilo conductor musical. Sobre todo me ha vuelto loco, la mención a uno de mis compositores favoritos, Bruno Nicolai, en su banda sonora para la película “La dama rossa uccide sette volte” en concreto con la siguiente canción:

En general, falta autenticidad. La atmósfera intenta balancearse entre el terror y el gore con tintes cristianos, confundiendo y no comprometiéndose plenamente con un género, lo que diluye la trama con elementos de ambos sin profundizar realmente. Esto deja al espectador confundido y sin lograr sumergirse en las emociones que la película intenta evocar.

Realmente, es el tipo de película que te hace querer ver hasta dónde puede llegar el villano y si logra su cometido, terminando con un giro que lo resuelva todo. Sin embargo, habría funcionado mejor si hubiera adoptado una resolución al estilo de películas como Saw.

En resumen, una película que sorprenderá a los recién llegados al género, pero que a espectadores como yo, solo nos provocará risas e incredulidad.