por Álex Caballero
Minor Premise (2020)
+ Info: Eric Schultz / 90 min. / 19.45 Prado
Nueve estados de conciencia alterados
Con la poca oferta sci-fi que tiene este año el Festival, tuve que decantarme por horarios por el debut largo de Eric Schultz sin ninguna referencia previa.
Una película que trata sobre la herencia paternal y los traumas creados a partir de la exigencia y la adicción al trabajo, algo que llega a deteriorar las relaciones humanas sobremanera y que aquí queda expuesto en sus dos protagonistas principales.
Ethan es un científico al que lo único que le queda en la vida, y lo único que quiere también, es perfeccionar el avance tecnológico de su padre para intentar grabar los recuerdos humanos alojados en nuestro cerebro con claridad y con la misma emoción con la que se crearon.
Su investigación le lleva a un punto en el que, experimentando consigo mismo y por accidente, fracciona su propia conciencia dando lugar a diez estados diferentes de la misma a los que va accediendo mentalmente cada 6 minutos pasando por todas ellas continuamente en ciclos de 60 minutos.
Esto deteriora sus células hasta el punto de tener que ir contrarreloj para contrarrestar su experimento bajo riesgo de muerte. Casualmente, y para dinamizar y atraer algo más al espectador, es su expareja Ellie, también científica, la que aparece justo en el momento del experimento y es quien ayuda a Ethan a intentar organizar y ordenar su conciencia volviendo a convertirla en una sola de nuevo.
Siendo una película que en su inicio parece algo complicada de entender por todos esos tecnicismos científicos y estar hablando de un experimento dentro de un experimento, una vez nos damos cuenta de la dinámica, repetida y repetitiva a partes iguales para dejarlo todo lo más claro posible, es su final el que no acaba de encajar del todo en la compleja trama ni el tono general propuesto en el resto del metraje. No es un final malo ni mucho menos, pero peca de simple y quizás de previsible o manido.
En general es una propuesta interesante y se deja ver sobradamente si lo que te gusta es la sci-fi barata, hecha en casa (prácticamente no salen de ella) y de carácter sombrío, incluso hay ciertos detalles que nos podrían recordar al cine de Aronofski, sin llegar a poder competir con él en ningún aspecto, pero para ser un debut la verdad es que me ha parecido de lo más correcto.
Puntuación 6
Mandibules (2020)
+ Info: Quentin Dupieux / 77 min. / 22.15 Retiro
Surrealismo en clave de comedia
Para todo el que conozca de antemano a Quentin Dupieux (a.k.a. Mr. Oizo) ya sabrá lo que se puede encontrar aquí, una absurdez de tres pares de narices que en sus manos se convierte en una maravilla desternillante en la que todo vale.
Con referentes como Rubber (2010) o Wrong Cops (2013), Dupieux vuelve a mirarse en su cine y en sí mismo para construir un relato surrealista sobre la amistad más verdadera y en cómo encaja esa amistad en la cotidianidad del mundo.
En realidad la película va de entrenar moscas gigantes y chicas que gritan mucho, pero al fin y al cabo aquí lo más importante es la amistad,… y Dominique por supuesto.
Una vez más, ver una película de Dupieux en el Festival de Sitges es una experiencia única y obligada siempre que está en cartel.
Aplausos, risas y vítores en el pase del Retiro con un público totalmente entregado a la locura del absurdo de un Dupieux cada vez más certero en sus ganas de ampliar su estilo para conseguir ser algo más accesible y fácil de digerir.
77 minutos de pura locura sinsentido en la que una vez subido al coche, no querrás ni salir volando, ni que te pille el toro. Así de re-torcido se te queda el culo, exacto.
¡TORO!
Puntuación 8