FESTIVAL INTERNACIONAL FANTÁSTICO DE SITGES 2020 (3)

por Álex Caballero

FRIED BARRY (2020)

+ Info: Ryan Kruger / 99 min. / 08.15 Tramuntana

Fried Alex

Ir a ver películas a las 08.00 de la mañana al Festival de Sitges es siempre una opción de alto riesgo reservada únicamente para los más valientes, pero con Fried Barry estaba casi seguro que minimizaba los riesgos al máximo después de los buenos comentarios de los que venía precedida.

Pues bien, el debut largo tras las cámaras de Ryan Kruger (escribe y dirige), me ha sentado como un mal viaje después de un chute de caballo adulterado.

Barry es un yonki de barrio malcarado, mal padre, mal marido y mal nacido que un día es abducido por aliens y enviado de nuevo a la tierra de cuerpo presente pero sustituido interiormente por uno de los aliens dispuesto a experimentar los placeres más oscuros de la tierra a través del cuerpo físico de Barry.

(Primera fritura de cerebro). La película está impregnada de una banda sonora electrónica que se convierte en el martillo pilón de tu subconsciente, algo así como si después de una noche de fiesta acabas en un after trancesoroso a las 08.00 de la mañana yendo hasta las trancas, pero en este caso concreto, sin ir drogado a esa misma hora y recién levantado.

(Segunda fritura de cerebro). Pero si además nos centramos en nuestro protagonista, un tipo que prácticamente no muestra una emoción (es intencionado) en todo el metraje y tiene menos conversación que un gato de escayola, la cosa se pone aún más complicada.

(Tercera fritura de cerebro). La ambientación es oscura, siniestra y sucia, pero adornarlo con neones y luces estroboscópicas, tampoco ayuda en nada.

(Cuarta fritura de cerebro). Y por último, una serie de situaciones y secuencias inconexas a las que ni se les da sentido alguno, ni explicación, ni tampoco una resolución sorprendente, todo ello rodado al estilo videoclip musical de bajo coste.

Una vez lobotomizados con un nivel de aburrimiento épico, nos dirigimos al Retiro para ver si podemos utilizar algunas de las partes todavía servibles de nuestro cerebro y concentrarnos en otra película que nos haga olvidar tan vacía e inservible experiencia.

Puntuación 3

THE BANISHING (2020)

+ Info: Christopher Smith / 97 min. / 11.00 Retiro

El diluido retorno de Christopher Smith al terror

Con las esperanzas puestas en el regreso al terror de mi añorado Chistopher Smith (Creep 2004, Severance 2006, Triangle 2009, Black Death 2010), quien después de un par de largos de medio pelo como la olvidable comedia familiar Get Santa (2014) y el correcto thriller juvenil Detour (2016) regresaba al redil con este relato añejo de terror gótico titulado The Banishing con el que Smith tenía que volver a enamorarme, emocionarme, entretenerme o al menos interesarme en algún aspecto. Algo que no consigue ni tan siquiera llegado su esperado final, en el que había confiado el resto del metraje para salvarla de la quema.

Simple, sin garra, manida y sin ningún interés extra que nos lleve a lo largo de su tedioso recorrido, poco más se puede decir de ella ya que, por desgracia, es una película que te deja totalmente indiferente una vez finalizada su poco más de hora y media de relato.

Y no será por no contar con actores de talla como el gran Sean Harris o el magnífico John Lynch, valores seguros siempre, pero aquí está muy claro que lo que falla es la historia y la poca gracia a la hora de generar suspense por parte de Smith.

Si bien es cierto que está el ingrediente de los monjes siniestros de esa orden maldita con los que juega, a modo de muñecos, la hija del matrimonio protagonista, el interés creado se diluye rápidamente llegando a la insulsa y previsible resolución con una capacidad nula de aprovechar lo poco interesante que tiene la historia.

Puntuación 4 

SEA FEVER (2019)

+ Info: Naesa Hardiman / 95 min. / 14.00 Auditori

Condiciones extremas exigen medidas extremas

Lo primero que hay que saber de Sea Fever es que no estamos hablando de una monster movie, por mucho que sus promotores la vendan como el cruce perfecto entre The Abyss y The Thing.

Es innegable que tiene de ambas, pero también es cierto que aquí se juega mucho más con la realidad que con la ciencia ficción apartándose sobremanera del juego científico y psicológico de esas dos obras magnas nombradas.

Un pequeño grupo de pescadores se tira al mar para intentar hacer la pesca del día y salvar así su barco que está hasta el palo mayor de deudas.

Como extra tienen a bordo a una estudiante de universidad que realiza prácticas en el barco estudiando patrones de conducta de las especies submarinas. Llegados a un punto se dan cuenta de que una especie de pulpo gigante o calamar con cientos de tentáculos los ha atrapado y nos los deja ir.

A partir de aquí unos misteriosos y desconocidos parásitos introducidos en el barco a través del suministro de agua potable, empezarán a infectar y contagiar a la tripulación sin que nadie sepa exactamente qué hacer al respecto. Tensión, presión, decisiones críticas, condiciones extremas, medidas extremas y mucha incertidumbre.

Sea Fever no va a cambiar tu vida con respecto al cine de terrores submarinos, eso seguro, pero su buen ritmo y su garra a la hora de engancharte a la historia, sobretodo viniendo de dos peñazos monumentales como los que acababa de ver, bien se merece un notable y una posición privilegiada en el transcurso del día. Además tiene el aliciente de irle como anillo al dedo a los tiempos de pandemia que estamos viviendo.

Puntuación 7

BECKY

+ Info: Jonathan Milott – Cary Murnion / 93 min. / 16.45 Auditori

Las (pre)adolescentes son guerreras

La dupla de directores que nos trajo Bushwick (2017) y Cooties (2014), vuelve a la carga con otra descarada gamberrada en la que, para sorpresa de muchos, tenemos a Kevin James (Dominick) como el malo de la película encarnado en un nazi sin escrúpulos capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo, un objetivo que, por cierto, se acaba convirtiendo en el McGuffin de la película.

Becky es una niña de 13 años cabreada con el mundo porque su madre ha muerto de cáncer y su padre está apunto de casarse con otra mujer. Con toda la inteligencia y el tacto del mundo, el padre de Becky se los lleva a todos a la casa del lago para comunicarle, ante la propia novia y el hijo de ésta, su convencida intención matrimonial, convirtiendo la existencia de Becky en una carga todavía más insoportable.

La cosa es que, casualidades de la vida, unos reclusos escapados de un furgón durante un traslado de la prisión, a los que lidera el notable Kevin James, han de recuperar algo que se encuentra oculto precisamente en esa casa.

Con lo que no contaban es con una preadolescente cabreada a niveles estratosféricos con un más que inexistente control de la ira. Su ritmo frenético y su desarrollo sumamente descabellado, acaban convirtiéndola en una fiesta de violencia desmedida en la que todo vale hasta el punto de hacerla totalmente inverosímil, algo que ayuda con creces a disfrutarla aún más.

Catalogada como un Solo En Casa en versión gore, algo que más hayá de su estructura a lo home-invasion poco más tiene que ver, esto es un claro survival en el que Becky ni está sola (Diego es el puto amo), ni tampoco está en casa (ya que Becky pasa todo el asalto a la casa fuera de ella). Divertida, fácil y muy gamberra, sorprende y mucho el poderío de la actriz protagonista en las escenas más gore, Becky es una festiva maravilla para el aficionado a la casquería leve y las preadolescentes guerreras.

Puntuación 7

POSSESSOR UNCUT

+ Info: Brandon Cronenberg / 103 min. / 19.45 Auditori

La levedad del ser

Con esa contundente carta de presentación llamada Antiviral (2012) y la imborrable impronta familiar de ser el hijo de David Cronenberg, algo que Brandon claramente venera y utiliza dentro de su ideario fílmico, Possessor se ha convertido en la mejor película del Festival hasta la fecha y la que podría apuntar a ser mi favorita de este fatídico 2020.

Recordando algunos de los tics tecnológicos y personales de su padre, Brandon consigue rubricar un inquietante y tenso relato que, por mucho que resulte deudor del cine de su progenitor, está realizado como un ejercicio de estilo personal y propio indiscutible.

Personalidad a raudales, complejidad emocional y ese punto sci-fi hardtech tan bien llevado dentro de la trama, hacen de ella una delicatessen extrema para los amantes de la ciencia ficción más rebuscada y cerebral.

Todo en ella es prácticamente perfecto. La aséptica, milimétrica, cuidada y simétrica ambientación resulta impresionante ante la cámara gracias a un diseño de producción prodigioso, su oscura banda sonora recrea a la perfección las situaciones de la película llevando al espectador a un mayor estado de estupefacción, su realización no tiene una brecha o grieta por la que se escape nada siendo sólida y creativa de principio a fin y la dirección de actores es sublime.

Perturbadora y reveladora a niveles máximos su tramo final resolutivo es de una premeditación y ensañamiento magistral.

Si algo he de reprochar sin demasiada efusividad, ya que en sus secuencias finales despega con un despliegue de personalidad brutal, es la elección de su actor protagonista.

Un Christopher Abbott demasiado contenido que no muestra el nivel global de un reparto superior de manera visible en las impecables y complejas actuaciones de Andrea Riseborough y Jennifer Jason Leight. Por lo demás esto es un nueve como la copa de un pino, 

Puntuación 9