Si has sobrevivido a la pandemia, lo siguiente es refugiarse en #Greenland

por Rosa Panadero

Nadie se explica cómo America, The land of the Free, the Home of the Brave, sigue en pie después de tantos cataclismos.

Un país que parece que hace magia para atraer todos los desastres naturales, nucleares, científicos, glaciares, asteroides asesinos y venganzas mundiales. Luego se hacen los ofendiditos y se unen para dejar claro que ellos son un país al que todo el mundo desea ir para … ¿protagonizar hecatombes en las pantallas?

Pues eso que Gerard Butler, el de 300, el mejor guardaespaldas del presidente, protagoniza nueva versión post-corona virus sobre el #FinDelMundo.

Así que si has sobrevivido a la pandemia y estás leyendo estas líneas, que sepas que Hollywood te manda un mensaje encriptado: lo siguiente es refugiarse en #Greenland. No es spoiler, es el título de la peli.

Por Groenlandia sobrevuelan los aviones con rutas desde Asia a Estados Unidos. Suben suben suben, y luego bajan en picado hasta los Grandes Lagos y ya viran hacia Nueva York, Chicago o Los Ángeles. Pues eso, que antes de aterrizar en territorio sioux, te bajes del avión en Groenlandia, que te protegerá de los meteoritos en un refugio secreto.

Porque todo lo bueno es clasiffied. Si #China quiere comprarse el #PoloNorte y a #EstadosUnidos no le hace gracia tener nuevo vecino al que ver cómo tiende la ropa desde Alaska, por algo será.

El guion se equilibra a partes iguales en tensión para él y para ella. La mami luce un cutis impecable a pesar de los imprevistos, mientras que a Gerard le vendría bien plancharse las arrugas (mea culpa por el #microfeminismo).

Hay mucho desmadre cuando la gente empieza a correr como pollos sin cabeza para atracar tiendas y robar coches porque las autoridades hacen la vista gorda con el sálvese quien pueda. Por momentos, parecía más catastrófica todavía que San Andrés, pero nos faltaba el ingrediente de la selección darwiniana (léase Gobierno) que sí tiene GreenLand. Basta decir que la selección natural dejaría fuera cualquier enfermo crónico. Ojito con el azúcar y los triglicéridos si quieres triunfar, es el segundo mensaje de Hollywood.

Y si en Passengers Jennifer Lawrence se lanzaba a una nueva vida en otra galaxia rodeada -en principio- de bellos durmientes congelados varias décadas, a Butler nos los quedamos en la Tierra. Bueno, se lo quedan los y las supervivientes de Groenlandia, que conforman el arca de Noé en versión profesional, en lugar de parejas de animales.

Los efectos especiales recuerdan entrañablemente los fuegos artificiales de cualquier feria de pueblo que este año no hemos podido disfrutar. Increíble que cuando llueve fuego del espacio, los canales de televisión sigan grabando desde drones y helicópteros. Es lo que tiene el cine, que hace posible lo imposible. Y de paso, aprovechando la catástrofe natural y la magia del cine, arreglas tu matrimonio. Ay, que siempre lo dejas en tareas pendientes…