Y claro, una semana sin ir al cine, para mí, es una semana perdida. Acompañado de buenos amigos, sin tener ni idea qué había en cartelera y con la intención de cenar palomitas, nos fuimos al cine a ver Este cuerpo me sienta de muerte.
En mi defensa diré, que yo nunca hubiera visto esta película, pero me invitaron y yo nunca digo que no. Aunque la verdad es que pasé un buen rato, quitando los cuatro impresentables que parecía que habían salido por primera vez de casa.
¿Qué nos traes Blumhouse?
El argumento de la película se cuenta rápido; un maníaco asesino acuchilla con una daga azteca maldita a una niña de instituto y se cambian los cuerpos. En menos de 24 horas, se los deben de cambiar o se quedaran así para siempre..
No negaré que la mezcla de dos géneros, como el teenager y el slasher, son una buena idea. Aunque debo decir, que si el argumento se cuenta rápido, el esquema narrativo se ve desde el cartel de la entrada.
Se habla mucho de este director, pero la verdad es que no veo ninguna de sus películas como algo reseñable. Esta afincando en el cine pachanguero lleno de chicas rubias gritando y alguna gotilla de sangre.
En fin, la crisis hollywoodense todavía no ha terminado.
Mi propio slasher
Antes de ser yo el propio asesino de esta película, voy a ser bueno y diré cosas para bien.
Un punto agradable de este film, es la ligereza con la que van ocurriendo las cosas. Dan un ritmo coherente sobre lo que ocurre. Es más te diré, que las cosas ocurren perfectas para comerte casi un kilo de palomitas.
La cosa es que esta película huele al mismo truco de siempre. Huele a naftalina cinematográfica. Como a “toma haz la misma peli de siempre a ver si haces algo diferente”. Nada nuevo, quitando los chistes. Que como decía mi compi “cada chiste te ha costado un euro”.
Requetecargada de clichés de instituto, de los cuales no se dejan ni uno, hacen un intento por romperlos en clave de humor. Lo cual se agradece. Aunque estos intentos se caen, cuando te intentan meter en mitad de una atmósfera de “terror” mensajes cargados de moralina y pedantemente amorosos.
Debo decir, que intenta en alguna ocasión hacer leves homenajes a películas anteriores del mismo género. Viernes 13, Scream, Chicas malas, El resplandor o incluso Scary movie, son algunas de las que conseguí diferenciar, aunque seguro que hay más.
La cosa es que no es la película que os va cambiar la vida. Un título más sin pena ni gloria, que arrancará la risa de los que la vean y la curiosidad de los que no, se quedará tranquila.